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El GTMS, la virtualidad y el cuidado en el porvenir; acciones para continuar

El arte en comunidad es una posibilidad de promover un espacio alternativo para la realización de procesos en educación artística no formal. El proyecto Bibliotricimoteca, mediación artística en residencia, tiene este principal objetivo, a pesar que la coyuntura sociopolítica de nuestro país nos impone una realidad violenta que impide aplicar con regularidad estrategias metodológicas in situ desde la presencialidad.

Sin embargo, la esperanza está de pie. Este proyecto tiene al GTMS (Gran Teatro de Monte Sinaí) como su mayor componente y a la Fundación Misión Alianza a su mejor aliado, donde cada integrante está permanentemente comunicado e integrado, situación que permite tomar decisiones con más premura. Frente a la incertidumbre de nuevas disposiciones por parte de las autoridades educativas, el grupo se está reuniendo cada sábado a las 10:00 de manera virtual para saber cómo están y compartir los cuidados que la situación amerita, de la misma manera acompañarnos y sobreponernos a las dificultades para continuar y replanificar las actividades pendientes del proceso.

Frente a la vulnerabilidad y las dificultades para trabajar en comunidad, le plantee al grupo la siguiente pregunta: ¿Por qué es importante seguir trabajando en el GTMS? La respuesta de David Oviedo fue: “…personalmente considero que su importancia radica en el trabajo conjunto desarrollado durante algunos años, para algunos ha llegado a formar parte de sus cualidades y la construcción de […] sus habilidades sociales, su permanencia debería ser una prioridad, de esta manera no se desestima los procesos constructivos que nos ha costado forjar, de la misma manera se ha evidenciado el éxito en la mayoría de proyectos propuestos, y se siguen manteniendo en pie, con comentarios asertivos que incentivan el futuro de nuestro grupo. Es fundamento importante, ya que principalmente se ha demostrado que, sin importar la vulnerabilidad de algunos sectores, se encuentra inmerso el talento de muchos jóvenes, que necesitan oportunidades como esta para explotar al máximo su potencial”.

Luisa Chavarría responde: “Es importante para mí seguir trabajando en el grupo de teatro porque me permite perfeccionar mis habilidades, explorar nuevas formas de expresión artística y fortalecer mi confianza en mí misma. La continuidad en el grupo nos brindará un sentido de comunidad, nos ofrece oportunidades constantes para crecer como intérprete y como individuo”

Y María Miranda dice: “…desde mi punto de vista el querer seguir trabajando en este proyecto es el compromiso de nuestro aprendizaje. Constantemente estamos mejorando como actores, somos más dinámicos, expresivos y atentos. Creo que la razón principal de mantenernos en este trabajo es nuestro gusto al arte y creo que cada integrante del grupo tiene una razón sólida para mantenerse en pie. Como conclusión es reconfortante ver cómo aprovechamos las oportunidades que el teatro nos brinda para poder expresarnos libremente. ¡¡Somos jóvenes y tenemos mucho que compartir!!”

Estas respuestas refrescan el interés y el objetivo de seguir trabajando en el proceso. En estos momentos de nuestra historia personal e institucional, no se puede retroceder, necesitamos mantenernos para seguir abriendo caminos, parece ser el sentir y pensar de la mayoría de los integrantes del grupo. Y la única manera de continuar es retomando las posibilidades de seguir compartiendo las obras y las actividades pendientes.

Así, el pasado sábado 20 de enero se pudo concretar, entre todos, una pequeña agenda de actividades en la que figura una invitación para presentar el 24 de febrero la obra “Historia de unas muñecas abandonadas”, en la Casa de la Cultura de Portoviejo; se programó también otra función para el 2 de marzo, en el marco de la inauguración de los talleres vacacionales en comunidad; y otras para el 5 y 6 de abril, en torno al II Encuentro Tejiendo Comunidades. También está pendiente coordinar las fechas para realizar la posproducción (grabar la obra, tomar fotos, crear el afiche) de la nueva obra “Algo muy grave va a pasar en este pueblo”.

Sin lugar a dudas, la virtualidad nos permite avanzar con la organización de actividades, pero se necesita urgentemente regresar a la presencialidad por dos motivos sumamente importantes: el primero, para realizar una mesa de trabajo y aplicar un proceso de autoevaluación; segundo, desarrollar un taller de creación escénica para la producción de nuevos trabajos.

Por ahora, se agradece el acompañamiento y la complicidad de la fundación Misión Alianza en las figuras de Merwin Chávez y su director, Javier Gutiérrez, quienes durante este tiempo nos han brindado todas las facilidades para el trabajo in situ, además para este nuevo tiempo, gracias a ellos, contaremos con suvenirs, camisetas y más distintivos que fortalecerá la identidad y la divulgación del proceso.

Texto e imágenes: Marcelo Leyton, artista y docente de la Escuela de Artes Escénicas.

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