UArtes participa junto a Espol y UEES en Mangle Inc., iniciativa para la seguridad y convivencia ciudadana en Guayaquil

Para contribuir con la reconstrucción del tejido social, la convivencia ciudadana y la seguridad, doce gremios de la producción, tres universidades y SEGURA EP se han unido en una iniciativa que recoge elementos de las experiencias de Medellín, Monterrey y de la evaluación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) respecto a programas exitosos de seguridad y convivencia en América Latina y el Caribe en las últimas tres décadas.

La Universidad de las Artes participa junto con la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) en esta iniciativa. Somos las primeras, pero seguramente se unirán más, dijo Cecilia Paredes, rectora de la Espol, en el lanzamiento que el miércoles 17 de julio se hizo de la propuesta denominada Mangle Inc., en cuya conceptualización y diseñó trabajó la Universidad Casa Grande (UCG); de allí la certeza de la autoridad universitaria en que de la academia se irán sumando más IES.

La representante de la UCG, Jimena Babra, reveló que en el proyecto intervinieron alumnos, docentes y académicos, e invitó a María Mercedes Zerega para que explicará el proceso desarrollado y su concepto. Ella anotó que el nombre de la iniciativa surgió de la pregunta: ¿es este el Guayaquil que queremos?, complejo, complicado, donde estamos separados por rejas y encerrados, donde desconfiamos unos de otros… Estos criterios llevaron a la reflexión de ¿qué hacer al respecto?

“El grupo que impulsa la iniciativa está viendo en la crisis una oportunidad para juntarse a pensar en el Guayaquil que hemos elegido para vivir y no en un Guayaquil que nos ha tocado vivir. Para ejecutar las acciones de cambio se necesitaba de un símbolo, de un nombre desde donde poder construir esa idea; uno que permita volver a trenzar, hilvanar, coser, anudar y unir lo que parece está fragmentado, encerrado, disperso”, dijo.

“¿Qué queríamos con este nombre?, contagiar alegría y esperanza (…). Un nombre que implique movernos, juntarnos y no encerrarnos. Nos dimos cuenta de que ese símbolo estaba al lado de un río y tratamos de ver que tuviera dos ideas: tejido y enlace, y el manglar es un árbol del ecosistema muy característico de Guayaquil que se adapta a todo, nos protege de los desastres naturales y acoge a distintos reinos animales. Además, visualmente es un árbol que se mueve, un árbol rizoma, un árbol que suma”.

Se consideró también, indicó Zerega, lo que caracteriza a Guayaquil: su industria, lo cual la hace incluso diferente a otras ciudades y es por ello Inc. Es la historia del nombre de la iniciativa y de lo que va a empezar en este momento y para lo cual todos estamos invitados: a incluir, incorporar, incentivar, incubar, incidir, incitar e incrementar, a ser incondicionales e incansables en buscar esta ciudad que queremos y donde podamos ser mangle y vivir, sembrar y arraigar estas ideas por ese Guayaquil que queremos y queramos: diverso y múltiple.

Seguidamente, la colombiana Sofía Botero, asesora de la Universidad CES de Medellín en temas de articulación público, privada y gestión de iniciativas sociales, intervino para explicar los siete componentes de la iniciativa con la que los gremios, universidades y organizaciones sociales buscan la movilización hacia un Guayaquil deseado y querido, esfuerzos que se centran en prevenir la violencia y fomentar la convivencia.

Botero anotó que la iniciativa surgió de preguntas planteadas por el grupo proponente: qué más podemos hacer, cómo podemos contribuir con la situación de Guayaquil, cómo nos volvemos corresponsables con el Estado y las organizaciones de seguridad. Esto lo llevó a identificar y conocer algunas experiencias, como la de Medellín y Monterrey, y a explorar la evaluación realizada desde la cooperación Internacional y la banca multilateral.

“Estos intercambios, basados también en las conversaciones con todos los sectores que se unen para impulsar a Mangle Inc., nos llevaron a seleccionar algunas de las principales lecciones aprendidas”, refirió Botero y mencionó, entre otras, prevención, estrategia eficaz para la resolución de problemas de inseguridad y violencia. Otra gran lección y un ejemplo de lo que ha pasado en Medellín y otras ciudades es la articulación entre los distintos actores: el gobierno nacional y el gobierno local; los empresarios y el sector productivo; y la academia y las organizaciones de la sociedad.

Se ha demostrado también el importante valor que tiene trabajar sobre la estructuración de mejoras en el entorno físico y social de comunidades vulnerables y esto como un componente esencial de todas las políticas de inclusión social, subrayó e indicó dos lecciones también importantes: disponer de sistemas de información para poder hacer análisis y recomendaciones sobre políticas públicas; el trabajo sobre la cultura ciudadana, con nuevas narrativas; y cómo generar visiones más compartidas sobre el futuro de Guayaquil.

Basados en esas lecciones se definió la propuesta y apoyó la construcción de una iniciativa público privada orientada a contribuir con la mejora de la seguridad y la convivencia ciudadana mediante acciones de promoción y prevención que fortalezcan las capacidades de cohesión y de desarrollo que tiene y quiere alcanzar Guayaquil, expresó Botero antes de mencionar y explicar los siete componentes.

Estos son: Oportunidades y redes para la reconstrucción del tejido social en territorios y grupos poblacionales vulnerables. Fortalecimiento de las capacidades locales de seguridad y justicia cercana al ciudadano. Reformas para la construcción de capacidades en seguridad y convivencia ciudadana. Urbanismo e infraestructura para la cohesión y el tejido social. Creación del Observatorio Social de la Seguridad y la Convivencia Ciudadana. Principios de actuación empresarial en contextos de seguridad y convivencia. Y Comunicación para la confianza, seguridad y convivencia ciudadana.

El programa se implementará gradualmente, aprovechando y conectando acciones en curso. Actualmente cuenta con el apoyo de USAID Pilares y está en proceso de iniciar las actividades del Observatorio Social y las Prácticas y Protocolos Empresariales para la Seguridad y la Convivencia.

Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, inició su intervención explicando por qué los gremios y universidades participan activamente en temas de seguridad y convivencia de la ciudad. “Arranca hace algunos meses en que decidimos ir a ciudades que pasaron por este problema y ver cuál fue el rol que tuvieron el sector privado, la Academia y la sociedad civil”.

Lo hicieron para aprender de experiencias exitosas, como las de Medellín y Monterrey.  “Fuimos y tuvimos reuniones con distintos actores de la sociedad para entender el rol para sumar y fortalecer la acción de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”. La responsabilidad de la seguridad es del Estado, acotó, no obstante, es posible sumarse desde el ámbito de la sociedad civil y de gremios y apoyar en la reconstrucción de tejido social. “El ejemplo de Medellín luego de tres décadas de violencia es un referente frente a la tasa de homicidios. Es una ciudad líder en innovación, resiliente, educadora y uno de los principales destinos turísticos emergentes a nivel internacional. Esto lo lograron gracias a una activa participación público privada”.

Hoy es el lanzamiento oficial de la iniciativa, pero hay un trabajo previo. “Parte del rol del sector privado es trabajar en la empleabilidad y buscar las oportunidades que se necesitan para que los ecuatorianos no sean presa del crimen organizado, en el caso de las personas que no cuentan con un trabajo”.

Cecilia Paredes, rectora de la Espol, sostuvo que el grupo que impulsa la iniciativa ha dado su tiempo, el de sus familias y su tranquilidad. “ (…) Hay que reconocer que la industria y la academia son dos de las instituciones, de las pocas, que todavía tienen la confianza de la sociedad”. Y esa confianza los llevó a sumar esfuerzos junto al gobierno local y las voluntades.

El papel de la academia, precisó, es aportar a la reconstrucción del tejido social. La universidad tiene un rol importantísimo: formar. Se hace con programas formales, pero hoy son más importantes los no formales, los que se necesitan para cerrar brechas y proveerle el sector productivo lo que necesita y darles a los ciudadanos de a pie lo que necesitan: trabajo y empleo para quitarlos de las garras de la inseguridad. “Ahí está el verdadero rol de la universidad, la investigación de los problemas sociales. Tenemos la capacidad para poder hacerlo y podemos trabajar”.

Fernando Cornejo, representante de Segura EP, hizo referencia también al trabajo que se ha venido desarrollando junto a la academia y el sector productivo para impulsar la iniciativa. “Ya hemos establecido 30 comités para la paz, vamos a seguir fortaleciendo los actuales y creando más en nuestro aporte para Mangle Inc.”, dijo y destacó el levantamiento de toda la data del observatorio social, a fin de determinar si el camino y las estrategias que se están aplicando son las adecuadas.

En el tema de urbanismo e infraestructura se trabaja para incluir en el comercio autónomo a los comerciantes mal llamados informales y regularizarlos, y llevar agua a sectores como Monte Sinaí y Sergio Toral, subrayó Cornejo. También anotó una mejor articulación con el Gobierno central para la seguridad y que las empresas privadas pueden contribuir. Estos objetivos se reflejan en el Plan Integral para la Paz, Seguridad y Convivencia ciudadana de Guayaquil que rige del 2024 al 2030.  

Al lanzamiento de Mangle Inc. asistieron Axel Vedani, subsecretario de Acuacultura; coronel del Estado Mayor del Ejército, Iván Araujo; comandante de la Armada, Orlando Guillén; coronel de la Fuerza Aérea, Gerardo Parra; capitán de Fragata, Enrique Jaramillo; Mercedes Lozada Elizalde, directora de Enlace, Protocolo y Logística Militar; Álex Anchundia, gerente general de Seguridad EP; Eric Martini, cónsul general de los Estados Unidos en Guayaquil; Turner Hirsh, director del Programa USAID Pilares; doménica rueda, funcionaria de USAID Pilares; y Jorge Enríquez, subdirector de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

Por la Universidad de las Artes, la magíster María José Icaza, directora de Vinculación con la Sociedad y las ingenieras Sabrina Ibarra, gerente de EP UArtes, y Susan Romero, directora de Comunicación.

Integrados en la iniciativa están junto con la UArtes, la Espol y la UEES, las cámaras de la Construcción, de Comercio y de Industrias de Guayaquil, Acorbanec, AEBE, Anecacao, Asobanca, Asorest, Asotep, la Cámara Nacional de Pesquería, la Cámara de Turismo del Guayas, Capig, la Universidad CES de Medellín y por el gobierno local Segura EP.

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