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Editoriales Kikuyo, Tiresias y Alectrión dialogaron con la internacional GEICA sobre las “Poéticas de la solidaridad”

La Plaza Pública del MZ14, Centro de Producción e Innovación de la UArtes, fue testigo del desarrollo del conversatorio “Poéticas de la solidaridad: Crear a partir de la comunidad. Editoriales que amalgaman redes”, el cual fue moderado por el docente de la Escuela de Literatura, Fernando Montenegro. Las editoriales que intervinieron fueron las locales Kikuyo, Tiresias y Alectrión, y GEICA (Grupo de Editoriales Independientes de Centroamérica), invitado internacional.

La charla, realizada este 18 de noviembre, fue manejada a modo de preguntas y respuestas, potenciadas por Montenegro, alrededor del tema de la solidaridad como valor indispensable para el desarrollo de proyectos editoriales y las contradicciones que pueden existir con la competitividad que emerge en el campo comercial.

En primera instancia se dirigió al público Daniel Galeas, uno de los dos representantes de Kikuyo Editorial, por medio de un video pre-grabado desde Chile. Destacó la labor de Kikuyo de fortalecer espacios de lucha, su intención por aportar a la cultura libre, no solo como una mercancía, las relaciones en el quehacer editorial para que sean “lo menos mezquinas posibles y lo más tendiente a la amistad”.

Acotó que la solidaridad se genera en dinámicas reforzadas dentro de las editoriales y que se expanden hacia el público lector, a manera de distribuir contenidos que creen pensamientos críticos hacia prácticas emancipadoras. Postura que compartió Marcelo Jara, representante también de Kikuyo y presente en la charla, quien agregó la necesidad del sello editorial por realizar un proyecto con la mentalidad de poder cambiar el mundo, a cualquier escala posible.

Intervino entonces Camilo Larrea, en representación de Editorial Alectrión, afirmando que no se debe tratar de una competencia comercial, sino de una cooperación. Alectrión creció de la mano de autores consagrados; de autores menores y mayores de edad, “abriendo espacios para todos” y acompañándolos siempre en sus procesos sin perder en vista de que se trata de una industria.

René Gordillo, represente de Tiresias Editorial, concordó con la importancia de redes de solidaridad, tomando como ejemplo las ferias de diseño y editoriales como espacios de reunión para las industrias culturales. Resaltó la importancia de, como editores, formar también redes de solidaridad poder siempre demandar por sus derechos frente a entidades gubernamentales por inversión en cultura.

Al dirigirse la pregunta hacia el contexto de Centroamérica, Friné López, representante de GEICA, estuvo de acuerdo en incidir en comunidades lectoras y producción editorial.

Frente a la inquietud de Montenegro sobre la relación de literatura con otros campos como el medio ambiente, la ecología; Jara señaló sus prácticas de alpinismo, el interés que posee por la literatura montañista, escasa en Ecuador, y poder publicarla a modo de demostrar que no es solo un deporte, sino una filosofía de vida. Gordillo, por su lado, se refirió al andinismo nacido desde la literatura y “desarrollado en las montañas”.

Refiriéndose a temas de distribución, Gordillo habló acerca de la dificultad para que productos lleguen a grandes conglomerados, la falta de un plan lector actual en Ecuador, un sistema bibliotecario inexistente y el enfrentarse ante la claridad de los derechos intelectuales. Frente a este tópico, Larrea opinó que no se debe registrar derechos de autor apenas se haya escrito el libro; “la manera de liberar un texto es publicarlo”, indicó el representante de Alectrión.

Respecto a problemas con el papel, López, de GEICA, comentó que en Nicaragua se realiza mayoritariamente importaciones de El Salvador y Brasil, en cuanto a calidad y costos. Jara, de Kikuyo, lo calificó como “un problema de todos” frente a la escasez que ha visto Ecuador en temporadas, teniendo que ser importado de Colombia o Perú en ocasiones. Se ha generado, por tanto, la idea de importar papel o producirlo aquí, con la formación de redes de gente para hacerlo posible.

Larrea intervino al decir que en la “cultura existen muchos egos” y se cuestiona mucho al momento de publicar a determinado autor, cuando todos, finalmente, tienen las mismas labores. En cuanto a temas del papel, destacó la solidaridad del negocio con las imprentas con la que ha colaborado, beneficiándose así la editorial, los autores y la imprenta misma.

En lo que a relaciones autor-editorial respecta, en Tiresias se considera firmemente la protección del autor como editorial, desde temas económicos, entre muchos más. Larrea, por su lado, se refirió al trato que suelen recibir autores ecuatorianos “publicados afuera”, cuyas obras no son correctamente tratadas, corregidas o entendidas.

Desde su puesto como editor, Larrea anotó la responsabilidad, de ser requerido, de corregir y “tratar cada texto como si estuviera vivo”, esté o no por publicarse dicha obra en Alectrión. En esta misma índole, frente a relaciones contractuales, GEICA estipula tirajes, territorios que cubrirán los derechos de autor; si no se llega a un acuerdo exacto, el libro no arrancará.

¿Cómo ven la naturaleza del campo editorial en 10-15 años? Gordillo dijo esperar la diversificación de Tiresias Editorial, en tanto su literatura infantil y juvenil, publicación de libros bilingües, un fomento a la lectura en el país. Les interesa poder aportar a la formación de nuevos lectores, invitando a jóvenes y niños a acercarse a sus stands en ferias y disfrutar de los contenidos. En GEICA esperan poder expandirse por todo Centroamérica, fomentar la lectura de los nicaragüenses.

Desde Kikuyo, se proyectan seguir creando posibilidades de hacer circuitos, utilizar las ferias como medios de distribución y acercamiento con los lectores, llevar lecturas a zonas rurales. Mientras que, Alectrión, tiene el objetivo de buscar más libreros, “nadie vende el producto como un librero”, indicó Larrea, quien sostuvo ver a sus autores siendo reconocidos por sus obras.

Texto: Daniella Vera S., estudiante de la Escuela de Literatura.

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