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Presencia de la mujer en el arte y la cultura; Cecilia Velasco y Clara Medina reflexionan desde sus experiencias

Por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo de cada año, la Universidad de las Artes descubre a través de la vivencia de la escritora ecuatoriana Cecilia Velasco, docente de la Escuela de Literatura, los pasos que ha debido dar para habitar los ámbitos del arte y de la cultura y cómo estos han transitado por su vida. Asimismo, la periodista Clara Medina, quien en el MAAC impulsa espacios como “A vuelo de página”, comparte con InfoUArtes sus reflexiones acerca del trabajo que entorno al arte y la cultura ha desarrollado en el periodismo, primero, y ahora en la gestión cultural.  

Ser mujer. El arte y la cultura
Por Cecilia Velasco, escritora y docente de la UArtes

Dicen por ahí que, a las mujeres, el sentido del orgullo y la seguridad nos lo dan los papás. En mi caso, fue así. El silencio, la capacidad de aliviar los dolores ajenos y la poderosa fragilidad son la cara opuesta y complementaria de regalos que me dio Martha, mi madre. Y exactamente al contrario: mi papá lloraba más y mi mamá estaba siempre erguida. En las diversas expresiones de la vida humana, incluidas las del arte y la cultura, se precisa de certezas y dudas, de fuerza y debilidad. Desde siempre, quise aproximarme, con miedo e ilusión, a ese otro, lo masculino.

En el plano las decisiones, el poder ha estado históricamente en manos de los hombres, y no puede negarse que ha habido y hay una política de castigo a las mujeres por el solo hecho de serlo. Con ello, se ha ejercido un sojuzgamiento más profundo, en esferas de la subjetividad. Viví desventajas como mujer, pero al poder acceder a una educación superior de calidad, accedí también a privilegios cuyo disfrute limité, porque me sentí llamada a honrar mi destino de mujer: casarme muy joven, tener hijos. Allí, no usé la inteligencia, sino que obedecí un mandato social.

Ser mujer implica estar atravesada por una particular fisiología que nos hace ocupar el mundo de una manera sui géneris. Alguien decía que es casi inverosímil eso de sangrar cada mes, cada mes sangrar sin llegar a morir; con eso, he recordado un verso del Siglo de Oro español, de Francisco de Quevedo, que habla del amor como una “herida que duele y no se siente”, y he pensado en el escritor Javier Marías, que compara el bisturí eléctrico con la pluma, que va causando heridas en el papel, en la carne, que, al mismo tiempo, cauteriza. Sangrar, rasgar, escribir desde las heridas.

Ya veo con culpa que he citado solo a escritores. Horrible y auténtico. Sin haberlo planeado, la escritura de mis libros y mi participación en la cultura ha partido de la conocida necesidad de enmendar “los renglones torcidos de Dios”, de solucionar en la fantasía lo que la realidad y mis defectos no me han permitido arreglar. Esas acciones tienen que ver con un ser mujer domesticado por normas rígidas, pero empeñado a lo largo de los años en un esfuerzo más o menos exitoso por ejercitar mi inteligencia, mi palabra y mi naturaleza rebelde y escéptica.

Escribir ha implicado para mí, al suturar heridas y sustituir la realidad por la ensoñación, acercarme a las zonas de la belleza, entendida en un sentido más bien metafísico. En mis búsquedas artísticas, he intentado comprenderme a mí misma y, así, dar cuenta también de mis diálogos con otros. Me han importado las voces de los niños, la gente vieja, los que ejercen otro oficios y profesiones, los amujerados, las que se aman, los amantes, y ahora me hago muchas preguntas sobre los animales y las plantas. Desde lo incompleto, busco la fusión de los contrarios.

La cultura y el arte desde los medios
Por Clara Medina, periodista y gestora cultural del MAAC

Trabajar en la cultura, primero desde el periodismo y ahora desde la gestión, me ha llevado a constatar cómo se ven la cultura y el arte desde los medios. Y la conclusión a la que he llegado es que a estos no les interesan ni la cultura ni el arte. Las secciones culturales son casi siempre producto del entusiasmo genuino de los periodistas, más que de una política cultural de los medios, puesto que esta no existe.

 A lo largo de los años, poco a poco las secciones de cultura comenzaron a mezclarse con el entretenimiento, la farándula y el chisme, y el resultado es que en los medios ecuatorianos hoy no hay ya secciones de cultura. No al menos como se concebían históricamente. Y tampoco han propuesto innovaciones.

Ser mujer en el ámbito de la cultura en Ecuador equivale, por tanto, a trabajar sabiendo que lo que haces no saldrá en los medios de comunicación, porque en esta época de likes y viralizaciones, se considera que el arte y la cultura interesan solo a unos cuantos.  Y los medios buscan lo masivo, lo viral, lo fácilmente digerible. La buena noticia es que ya no importa tanto como antes salir en los medios, puesto que las nuevas tecnologías posibilitan formas diversas e individuales de comunicación, que hay que saber usar y potenciar. La desventaja podría ser que con tanto ruido individual a veces se torna difícil establecer parámetros.

Ser mujer en el ámbito de la cultura equivale, asimismo, a encontrarse con rezagos de pensamientos patriarcales, en los que se cree que las mujeres hacen un trabajo menor. Los premios a mujeres constituyen todavía una minoría en el campo del arte, por ejemplo, pese a la gran calidad de muchas. Son injustas brechas que deben irse cerrando.

Trabajar en el periodismo y la gestión me ha permitido conocer, precisamente, que las mujeres artistas son un conglomerado grande. El desafío de cada día es buscar modos de visibilizar de mejor manera su trabajo. Que así sea. Trabajar en la cultura, primero desde el periodismo y ahora desde la gestión, me ha permitido constatar que hay una historia oficial del arte y otra desconocida, que está por revelarse y difundirse. Este aspecto tiene que ver con los olvidos y las omisiones en torno al trabajo artístico y cultural de ellas. El reto de las mujeres es ir redescubriendo, revalorando a sus antecesoras, para construir una historia más real y justa.

Actividades por el 8M en la UArtes
Para celebrar el Día Internacional de la Mujer, la Dirección de Asuntos Estudiantiles y Comunidad Universitaria (DAESCU) y el Departamento Transversal prepararon una agenda cuyas actividades iniciaron a las 10:00 con la proyección cinematográfica “Kartini: Princesa de Java”, en la Sala de Cine del MZ14; contó con el apoyo en la embajada de Indonesia en Ecuador. 

A las 13:30, en la Sala de Usos Múltiples del Pabellón Araceli Gilbert (campus centro: charla “El reconocimiento del rol de la mujer en la sociedad”, con Mallerly Carbo. A las 14:00, en el MalaKita del Pasaje Illingworth: performance-poética “Dislocada”, con las intervenciones de Nadia Shupingahua y Nicolás Esparza. Seguidamente, performance “También soy ella”, con la participación de Ximena Pacheco. A las 14:40: presentación de la banda Rayo ft. Tomlml. 

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