Logo-UArtes-white
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

En charla con bibliotecarios, Felipe Munita refrescó conceptos sobre mediación lectora; hubo testimonios

Con una charla dirigida a los bibliotecarios, programada el sábado 23 de septiembre, el autor chileno Felipe Munita concluyó sus actividades en la Universidad de las Artes, a donde llegó invitado por la Escuela de Literatura para dar un taller sobre mediación lectora. Justamente, la cita desarrollada la fecha en mención, y que tuvo lugar en el campus centro de la UArtes, marcó como propósito la formación de mediadores de lectura.

Junto con los bibliotecarios de la ciudad participaron los estudiantes del docente Pedro Mujica, de la carrera de Pedagogía de las Artes y Humanidades, quienes llevan adelante el programa “Tía Sierpe”, el cual busca fomentar las formas de contar dentro de Guayaquil y en provincias como Santa Elena y Manabí, esto por una colaboración con Ángela Zevallos, de la UTM, y el proyecto Archivo de la Memoria.

María Alejandra Zambrano, directora de la Escuela de Literatura, indicó que la mediación de lectura no solo debe ser una idea, pues es una práctica que se puede realizar en otras ciudades de nuestro país. Charlas como las de Felipe Munita, dijo, permiten crear espacios de diálogo con la comunidad y réplicas en diversos sectores.

Felipe Munita subrayó que las lecturas deben ser vistas como una destreza existente en el arte y la literatura. Hay una armonía en la observación colectiva, formativa y reflexiva que permite trabajar más en el sistema educativo. Incluso la mediación lectora hace que una lectura sea afectiva al reconocer voces de personajes de un libro con personajes reales, pues la mediación lectora es una herramienta para los padres de familia en el momento de hablar temas serios y debe aplicar simbolismos y métodos visuales para encontrar una narrativa empática con sus hijos.

En el pasado, el término “mediación” se utilizó para solucionar conflictos, juegos, guerras, divorcios. Hoy se lo utiliza como un acto profesional para acercarse a los espacios necesarios, para una práctica organizada de la lectura y que al final el lector diga: “es como leer de nuevo”.

A esta práctica se le pueden sumar ejercicios poéticos sobre el texto leído, que permitirá crear nuevos diálogos de construcción y que los lectores puedan expresarse creativa y afectivamente.

Al final de esta charla, una exbibliotecaria de la tercera edad agradeció a Felipe Munita, puesto que, expresó, su ponencia hizo que recuerde anécdotas de cuando impartía clases de redacción en el Guasmo, al Sur de la ciudad, y al ver que los pequeños se entusiasmaron por la lectura creó una biblioteca en dicho barrio. Treinta años después, la mayoría de sus alumnos son profesionales en el área de la docencia. Así también, un estudiante de la carrera de Creación Teatral confesó al autor chileno que odia la lectura porque su padre le obligaba a leer el editorial del periódico todos los días, lo cual le significaba una práctica aburrida, así que para hacerla más amena decidió incorporar el collage y lograr que sus lecturas sean más entretenidas.

Felipe Munita agradeció a la UArtes y a Guayaquil por ese compartir de experiencias lectoras.

Texto: Michael Medina, estudiante de la Escuela de Literatura.

Comparte esta nota