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“Nunca muere el sueño si aún vive el soñador”, muestra de grado de Erick Balladares en el Museo Nahím Isaías

Como un intento por consumar memorias que pensó olvidadas y descubrir cómo esos recuerdos perduran en su subconsciente trabajó Erick Balladares Duque su muestra de titulación “Nunca muere el sueño si aún vive el soñador”, la cual llevó al Museo Nahím Isaías, donde se mantendrá hasta el próximo 30 de abril. 

Para su propuesta expositiva utilizó elementos que posibilitan la creación de una noción de superposición o efectos difusos en pinturas y obras instalativas, a fin de generar una nueva narrativa visual en cada uno de sus proyectos, expresa el hoy graduado en el itinerario Creación e Investigación Pictórica de la Escuela de Artes Visuales, puesto que también presentó ya (el 12 de marzo pasado) la defensa de su tesis.

Con la tutoría del docente Wiliam Hernández, para “Nunca muere el sueño si aún vive el soñador” Balladares Duque utilizó pintura sobre plástico, acrílico e instalación y en cada uno de los objetos y elementos que componen su propuesta –como fotografías de álbumes familiares– buscó generar un recuerdo o una memoria que se consolida en la fe.

“Con este proyecto doy inicio a generar un cuerpo de obras que nacen de un interés muy propio. Esta propuesta aborda acontecimientos que marcaron un antes y un después en mi forma de convivir con la religión desde una mirada de lo íntimo. Esta propuesta representa una perspectiva personal centrada en el tránsito por la memoria y la devoción hacia una fe interna basada en la reflexión sobre los recuerdos. Estos recuerdos posibilitan explorar y desarrollar la rememoración de mi archivo familiar tanto dentro como fuera del espacio de veneración”, indica el Balladares Duque.

Revela que le causa interés las convenciones culturales y dogmas que se exteriorizan en sus recuerdos, en diálogo con la exploración de las imágenes, el vínculo creado mediante el dibujo, la fotografía y el uso de elementos que permiten ejemplificar el proceso del cambio de lo católico laico a lo pentecostal. Esto porque en los últimos cinco años adoptó el estilo de vida evangélico pentecostal, abandonado creencias en santos y deidades creados por el hombre según su imaginación.

Fueron justamente sus creencias las que motivaron el proyecto. “En la actualidad creo en un Dios que no tiene rostro, que mora en las alturas y salva del pecado. Aquel archivo contenedor de imágenes, recuerdos, sonidos y maneras de ver las cosas son parte de un difuso escenario que dejé en el pasado. En esta experiencia busco, en primer lugar, el espacio que ocupan los elementos”.

De los pasos dados en el arte visual y durante su preparación académica, Balladares Duque comenta haber participado en varias exposiciones colectivas, como “Se me va y viene”, en 2021, y “Diez en uno”, inaugurada el año pasado en el Museo Municipal de Guayaquil.

En cuanto a premios, trae a la memoria que en el 2015 intervino en Enfiesta Arte, obteniendo el primer lugar en el apartado de Fotografía y que en el concurso para diseñar la corona de Miss Ecuador 2022 quedó en segundo lugar.

Fotos: Cortesía Erick Balladares Duque.

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