En “La Insistencia del Vacío” su autora, la artista Kimberly Yagual Aguilar, explora la intersección entre la memoria y el arte contemporáneo, desafiando la percepción del arte como tautología y su relación con la sustancialidad en la forma y las temporalidades. El Museo Municipal de Guayaquil describe así la muestra individual de titulación que la hoy licenciada en Artes Visuales de la Universidad de las Artes llevó a su Sala de Arte Contemporáneo 2, donde se inauguró el pasado 13 de marzo y permanecerá hasta este 13 de abril.
Justamente, la propuesta es la muestra individual de titulación de Kimberly Yagual, a la que señala como una consecución de lo que ha sido su proceso artístico desde el 2022, llevándola a profundizar temas que han sido de interés, como la memoria y las temporalidades. “Aunque mi especialización fue Creación e Investigación Pictórica, en mi muestra hice uso de diversos medios, como fotografía, escultura, instalación, bordado, video y pintura”.
Agrega que alrededor de dos años le tomó trabajar en la conceptualización y génesis de “La Insistencia del Vacío”, tiempo en el que mantuvo diálogos con su tutor de tesis y curador de la muestra, el docente Marco Alvarado. “Un semestre pude asentar mi investigación en el escrito de la tesis y otro semestre prácticamente para la elaboración de las obras”.
La obra que más trabajo le tomó hacer fue la escultura que pertenece a la instalación “¿A dónde van?”. “Fue un trabajo de casi cuatro meses. Un reto realmente, ya que quería conseguir un acabado translucido, pero que la escultura sea totalmente hueca”, anota.
Investigación del trabajo final
En el texto de “La Insistencia del Vacío”, Kimberly Yagual señala que explora la idea de hipermnesia y sus proyecciones en la percepción del mundo. Se basa en la investigación del neurólogo y psicólogo ruso Alexander Romanovich Luria (1902-1977) sobre la prodigiosa memoria del periodista, también ruso, Salomón Shereshevsky (1886-1958) y se examina cómo la memoria desmesurada desdibuja la línea entre realidad y ficción, generando una pérdida de referencia en un mundo saturado de recuerdos.
En ese sentido, se prevé un mundo donde la memoria desafía nuestra capacidad de discernir la realidad, expresa la artista, indicando la condición que relaciona a diferentes temporalidades, cuestionando la linealidad temporal, acercando este interés al concepto de inconsciente colectivo de Jung. “Así mismo en el universo digital, la Big Data se convierte en una memoria colectiva que genera ambigüedad y desconcierto. La reflexión se extiende hacia las artes visuales, proponiendo formas de materializar una memoria inmensurable a través de la escultura, la pintura, el bordado, la fotografía y la instalación. El proyecto plantea interrogantes sobre cómo concebir la idea de contener lo inabarcable y la angustia asociada a la vastedad de la memoria”.
Texto curatorial
En el texto curatorial, el docente Marco Alvarado indica: “Una de las capacidades que tiene el arte es la de enunciar conceptos complejos de manera visual y emocional, logrando que temas de difícil comprensión, como avanzadas teorías científicas o intrincados debates filosóficos, se vuelvan comprensibles y relevantes para un público más amplio.
“El arte tiene el potencial de permear de las limitaciones y expectativas estéticas y culturales, explorando distintas formas de construcción de significado. Sabemos que el “arte” no reside en el objeto en sí, sino en la interacción dinámica entre el espectador y el objeto, es decir, en el lenguaje, que es un catalizador para el pensamiento y un medio, a través del cual se puede explorar el potencial ilimitado de la mente para reflexionar sobre sí misma y sobre los sistemas de significación en los que se inscribe.
“Con esta muestra, la artista retoma el célebre enunciado de Joseph Kosuth del arte como una tautología esto es, que el arte se define a sí mismo- para visionar una sustancialidad contenida en la forma y, por consiguiente, en temporalidades. Es decir que, una vez más, y desde nuestras coordenadas, el arte, a través de la idea del tiempo, se vuelve a preguntar sobre su propia naturaleza.
“Es así que Kimberly Yagual nos invita a enfocar nuestra atención en la memoria como un ente dinámico, una membrana viva que enlaza nuestras pulsiones neuronales, las cuales se nos resignifican en formas tangibles. De manera que, la materialidad de la memoria enlazada al arte, actúa como un reflejo de las pulsaciones de aquello que percibimos como realidad.
“A través de su trabajo, Kimberly nos ofrece una ventana a la exploración de la memoria que, al igual que la materia, es un campo imprevisible de posibilidades, donde el pasado y el presente se entrelazan en una danza de los modos de percibir el tiempo”.
Un posgrado como siguiente paso
Del término de su carrera y los pasos que dará ya como profesional en Artes Visuales, Kimberly Yagual confiesa que le pareció distante concluir la carrera, pero, aunque se tomó su tiempo, alcanzó la meta. Se siente satisfecha y feliz por los 10 puntos que obtuvo como nota final de titulación. Sus lectores, dijo, fueron los docentes Saidel Brito y Armando Busquets. “Pienso seguir profundizando en mi investigación y centrarme más en la producción de obras. Tengo pensado a futuro hacer el posgrado”, manifestó.
El 13 de abril, último día de la muestra en el Museo Municipal de Guayaquil, la artista realizará dos visitas guiadas: por la mañana, de 10.30 a 11.30; y por la tarde, de 16:30 a 17:30.
Fotos: Cortesía Kimberly Yagual y José Pinto.
En las imágenes, el día de la inauguración de la muestra “La Insistencia del Vacío” en el Museo Municipal de Guayaquil, así también se aprecia a la artista y varias de las piezas de su propuesta expositiva.