Los sonidos no solo transmiten información auditiva, sino que también evocan emociones, establecen atmósferas y reflejan la intención detrás de las palabras. Ricardo Cortés, con su vasta experiencia en la producción musical y audiovisual, tomó parte de las Conferencias de Audio y Sonido (CASE), organizadas por la Escuela de Artes Sonoras de la UArtes para responder la inquietud de “¿Qué te dicen los sonidos?”.
Su intervención tuvo lugar este 11 de julio, en la Sala de Experimentación Sonora del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes. En esta edición, CASE compartió agenda con la Asociación de Ingenieros de Sonido (AES, por sus siglas en inglés) y justamente Cortés, también inmerso en la publicidad y la locución comercial, llegó al evento por la AES.
En su exposición destacó la importancia de cómo se dicen las cosas por encima del qué se dice. Su perspectiva ahondó en la poderosa influencia que tienen los sonidos y las técnicas de producción en la comunicación efectiva y la creación de mensajes impactantes.
Como productor musical y audiovisual, Ricardo Cortés dijo comprender que el timbre, la dinámica, el ritmo y otros elementos sonoros pueden transformar completamente la forma en que se percibe un mensaje o una pieza musical.
La evolución del lenguaje y la importancia del sonido en la comunicación humana han sido temas fundamentales a lo largo de la historia. Desde el inicio, el oído humano ha jugado un papel crucial en la construcción de imágenes y la transmisión de mensajes, especialmente en medios como la radio donde el sonido puede ser manipulado para construir narrativas poderosas.

Comparativamente, el lenguaje ha sido un factor determinante en el éxito evolutivo del ser humano como especie dominante en la Tierra. A través del lenguaje, los seres humanos pueden comunicar ideas complejas, coordinarse en grupos grandes y transmitir conocimientos de generación en generación. Esta habilidad lingüística también se ha manifestado en formas culturales y religiosas, donde el sonido y la música desempeñan roles significativos, sin importan la región de su origen.
La música, con su origen en el cortejo y la espiritualidad, proporciona un terreno fértil para el análisis cultural y emocional, indicó Cortés. Desde tiempos antiguos, la música ha sido utilizada en ceremonias religiosas para evocar estados espirituales profundos y para conectar con lo trascendental. Este aspecto espiritual se refleja en diversas prácticas religiosas alrededor del mundo, independientemente de su origen cultural específico, destacando la universalidad del poder emocional y espiritual del sonido.
En el contexto del desarrollo humano, se ha observado que los sonidos familiares, como la voz materna durante el embarazo, tienen un impacto profundo en el desarrollo temprano del oído y en la conexión emocional entre madre e hijo desde etapas muy tempranas. Este fenómeno subraya la capacidad innata del ser humano para responder y conectarse emocionalmente a través del sonido, mucho antes de nacer.
La influencia de Pitágoras y su exploración de las proporciones y relaciones armónicas en las cuerdas musicales han sido fundamentales en la comprensión teórica de la música. La escala pitagórica, basada en intervalos que reflejan consonancias y disonancias, ha influenciado profundamente el desarrollo de la teoría musical occidental y la percepción auditiva de la armonía.
La música y el cine
El documental “La Danza Foli” explora profundamente el papel fundamental del ritmo en la vida cultural y espiritual de las comunidades africanas, precisó Cortés. Desde la alimentación hasta el duelo y desde los momentos de celebración hasta los momentos de reflexión, el ritmo impregna cada aspecto de la vida diaria. A través de la música y la danza se establece una conexión íntima con lo espiritual y lo emocional, transmitiendo historias, emociones y tradiciones de generación en generación.
En términos de psicoacústica, que es una rama de la psicofísica que estudia la percepción auditiva y cómo el cerebro interpreta el sonido, se entiende que el sonido tiene un impacto profundo en nuestra experiencia sensorial y emocional. Como mencionó Ricardo Cortés, la armonía, la melodía y el ritmo son elementos que dotan a la música de un espíritu emocional, capaz de entretener, informar y conectar con audiencias de manera significativa.
Cuando se trata de la relación entre la música y el cine, la música en la cinematografía desempeña un papel crucial en la narrativa emocional y en la creación de atmósferas. La música puede subrayar el drama, intensificar la tensión o evocar nostalgia, proporcionando una capa adicional de significado y profundidad emocional a las imágenes visuales. Esta simbiosis entre el sonido y la imagen no solo enriquece la experiencia cinematográfica, sino que también ilustra cómo el sonido puede afectar nuestras emociones y percepciones de manera poderosa y duradera.
Recomendaría explorar la película “La música en el cine”, que seguramente ofrecerá una perspectiva fascinante sobre cómo la música ha sido utilizada a lo largo de la historia del cine para transformar y enriquecer las narrativas visuales, destacando así la importancia del sonido como un elemento expresivo y emocional en la cinematografía moderna.
Ricardo Cortés, al recomendar la película “Caveman”, que incluye sonidos de The Beatles, invitó a reflexionar a la audiencia sobre el impacto y la importancia de la música en la transmisión de mensajes y emociones. The Beatles son conocidos por su habilidad para utilizar sonidos agudos y sensibles que evocan una amplia gama de emociones en los oyentes. Esta capacidad de manipular intencionalmente el sonido para complementar la intención del mensaje subraya la idea de que la música no es solo un medio de entretenimiento, sino una herramienta poderosa para la comunicación emocional y conce
Escuchar críticamente
En el campo de la producción musical, Cortés enfatizó la necesidad de escuchar críticamente, prestando atención a la ambientación, los planos sonoros y la espacialidad para crear una atmósfera sonora que transmita sentido y profundidad. La elección de frecuencias y tonalidades no solo afecta el equilibrio y el “mood” espiritual de una canción, sino que también influye en la percepción emocional y mental del oyente.
El mensaje fundamental detrás de las enseñanzas de Ricardo Cortés es que la música y los sonidos deben conectar emocionalmente con el público y cumplir con su propósito subyacente. No se trata simplemente de seguir convenciones o imitar estilos existentes, sino de aportar originalidad y autenticidad a través de la creatividad y la innovación. Al final, el objetivo es claro: la música y los sonidos deben sonar bien para el público, ya que es este último quien finalmente juzga y experimenta la obra musical de manera emocional y perceptiva.
Esta frase, “no hacemos música para el músico ni sonidos para el ingeniero, sino para el público, si suena bien todo vale”, refleja una perspectiva importante en el mundo de la producción musical y el audio en general. A menudo se atribuye a la idea de que, al final del día, la calidad de la música y el sonido se evalúa en función de cómo es percibida y disfrutada por el público, más que por las opiniones técnicas o las preferencias personales de los músicos o ingenieros de sonido.
Texto: Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura.
Foto: Camila Guerrero, docente de la Escuela de Artes Visuales.







