De la asignatura Introducción a las Herramientas Tecnológicas, que dictan los artistas, docentes e investigadores Cristian Villavicencio y Ruth Cruz, y que cuenta con el apoyo de la técnico-docente Andrea Moreira, en la V edición de Inter[•]actos se presentaron dos exposiciones de “Videomapping”, jornadas que constituyeron una invitación para explorar críticamente la relación entre arte, ciencia y tecnología desde una práctica situada, experimental y sensible.
La muestra tuvo lugar el miércoles 16 y el jueves 17 de julio, en ambos días a partir de las 19:00. El escenario fue la terraza del MZ14 Centro de Producción e Innovación de la Universidad de las Artes, desde donde se proyectaron hacia los edificios que se encuentran alrededor de la patrimonial infraestructura obras con una lectura histórica de Guayaquil, con la idea de los fuegos que han existido en la ciudad, contrastado con el río.
Cristian Villavicencio señaló que hubo proyectos trabajados sobre dispositivos casi arqueológicos, como el Tomagotchi, una especie de juguete digital que tuvo su época; esto con el propósito de rescatar la memoria de un animal digital que vive dentro de este dispositivo. Dijo también que se proyectó hacia el edificio de la CFN, jugando con unas animaciones que combinaron la idea del dinero y con ratas como personajes, en una crítica del poder económico de Guayaquil.


Mencionó, además, una propuesta que tuvo mucho que ver con lo visual, con el sonido, con ser DJ. Los proyectos fueron interactivos, con una interfaz que permitió a los espectadores confrontar la proyección. “Cada proyecto tenía una caja de botones para que pudieran interactuar con la obra y darle un nuevo sentido, una nueva lógica, un nuevo orden”.
Las muestras de “Videomapping” reunieron un proceso largo de varias técnicas que los docentes trabajaron con los estudiantes durante el semestre. “Las interfaces MIDI, donde estaban los botones para que el público aplastara, se hicieron a través de corte láser, una técnica que, junto con impresión 3D, aprendemos al principio de la clase y nos permite fabricar cosas. Diseñamos en la computadora, pero el objetivo es que haya un objeto en la realidad, algo que está matérico, físico, que tiene peso”, refirió Villavicencio.
Señaló el trabajo que se realiza con circuitos código libre, una tarjeta muy popularizada para aprender que se llama Arduino. “Los estudiantes aprenden a soldar, programar, conectar esta interfaz a la computadora y mapear. Es tener conciencia del espacio arquitectónico para poner una distribución lógica como los videos que han producido. Es una técnica que funciona en espacio libre y abierto, lo cual es interesante porque la atmósfera de la exposición es como si fuera un festival y no como entrar a un museo cerrado”.

El espectador no está calladito ni es reducido a no tocar las obras ni hacer ruido, sino que se lo involucra para que viva la experiencia y la vaya descubriendo, comentó el docente y director de la Escuela de Posgrado. “Cada espectador puede hacer sus propias lecturas, pero, además, se conecta con la interacción, entonces, la obra es diferente y toma una nueva vida por el orden mismo de la interacción y de cómo reaccionar”.
De cómo se estructuraron los dos días de las muestras de “Videomapping”, Cristian Villavicencio contó que en el primero se presentaron tres proyectos de estudiantes y una obra suya. El segundo día, cuatro obras de estudiantes y su obra. Fueron en total siete grupos de varios paralelos de la asignatura que intervinieron en las citas.
La docente Ruth Cruz explicó que cada propuesta fue diferente y que cada grupo eligió dónde proyectar. “Unos directo a la pared, otros hicieron dibujos. Todo a través del proceso que aprendieron en clase, como el corte láser, la impresión 3D y la programación en Arduino”. (Se trata de una plataforma de hardware y software libre, de código abierto, basada en placas electrónicas programables, que permite la creación de objetos electrónicos interactivos).
Para los alumnos fue una experiencia única, incluso para muchos su primera exposición. “La primera vez que enfrentaron a un público que les preguntó sobre sus obras y la tecnología que funcionaba detrás de ellas y como fue una experiencia muy audiovisual conectó a un público diverso: jóvenes y mayores, pues asistieron padres y familiares de las/los estudiantes”.

Explicó Villavicencio que en Introducción a las Herramientas Tecnológicas se investiga la tecnología en muchos formatos. Es de primer nivel de itinerario. Dictada normalmente a alumnos que todavía están en etapas iniciales de su formación y pensada como una materia de creación que investiga sobre tecnología, pero que, a la vez, les permite a los estudiantes generar su propia sensibilidad y su propia singularidad en su práctica artística.
“Lo que buscamos es que ellos encuentren su sensibilidad a través de la tecnología. Ese es uno de los objetivos principales de la materia, pues muchas veces los artistas, sobre todo en las técnicas tradicionales que son análogas o que no tienen programación o electrónica, la ven como medios fríos o un poco deshumanizados, pero, al final, cuando empiezan a trabajar se dan cuenta de todo lo contrario”.
Mucho de lo que nos rodea está hecho en formato digital: el cine, las redes sociales, el Photoshop. “Lo que buscamos es que aprendan a manejar las herramientas y que no descuiden cuáles son sus problemáticas, sus mensajes e intereses, y lo que aporta cada estudiante individualmente y por grupos”.

Resaltó el interés que hay en la UArtes por cuestionar la tecnología y llevarla al campo de lo sensible, dándole un sentido desde la práctica artística; aprovechar o crear esos espacios de comunidad. “Trasladar la alegría, el entusiasmo y el compromiso de los estudiantes con esta técnica que no es nada fácil, es sofisticada y con muchos pasos. Hay, además, pretécnicas, como el corte láser que se hace a través de dibujos vectorizados con Illustrator; la impresión 3D, que se hace a través de programas como Blender o Rhino, donde uno diseña en la computadora y luego lo imprime en físico o lo corta a través de materiales, como acrílico o MDF; después de eso se hace un circuito, se suelda, se conectan cables y luego se programa”.
No son solo los estudiantes quienes tienen ese interés coyuntural por la importancia que ha tomado en la sociedad la tecnología, sino que nosotros ofertamos como una malla en pregrado y posgrado, expresó Villavicencio. “Finalmente, ese tejido nutrido de artistas y público hace que la asignatura y lo expuesto en las dos jornadas tenga un sentido más grande. Más allá de solo unos ejercicios de clases, es un movimiento”.
Texto: Carmen Cortez/Dircom. En imágenes, obras de estudiantes de la asignatura Introducción a las Herramientas Tecnológicas, que dictan los artistas, docentes e investigadores Cristian Villavicencio y Ruth Cruz. El también director de la Escuela de Posgrados intervino en la exposición “Videomapping” con una reedición de la pieza “Rotación-Traslación”.







