La cuarta mesa de diálogo de la jornada inaugural del VIII Encuentro Internacional de Investigación en Artes, que inició este lunes 29 de septiembre, tuvo como preámbulo una noticia celebrada por la comunidad universitaria que se congregó en la Plaza Pública del MZ14 para escuchar a los ponentes reflexionar acerca de los “(Neo)extractivismos y las artes: mapeo crítico desde Latinoamérica”.
Pablo Cardoso, director del Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes (ILIA), organizador del encuentro, no solo presentó al cineasta y docente UArtes Manolo Sarmiento como uno de los ponentes, sino que a la reseña de su vasta experiencia a la que dio lectura le añadió el reciente premio obtenido en el Festival de Biarritz de Francia: Mejor documental por la producción “Toroboro: El nombre de las plantas”, la cual consta en la agenda de la cita.
Manolo Sarmiento expresó su alegría por el premio obtenido en un festival que es muy importante para el cine latinoamericano, que tiene 35 años de vigencia y un público numeroso, entusiasta, reflexivo e interesado en nuestro continente. “Es un festival que nace en el contexto de los exilios de América latina”, dijo y dio detalles del documental que concibió, dirigió y realizó.
“Toroboro: El nombre de las plantas” es un documental sobre el reencuentro de científicos y miembros de la comunidad Waorani de la Amazonía ecuatoriana 25 años después de un estudio de etnobotánica. La película aborda la paradoja del conocimiento científico versus el sabio conocimiento indígena, la amenaza de la explotación petrolera a la selva y la memoria de la violenta colonización que sufrieron.


Sarmiento contó que originalmente quiso hacer una película sobre la Consulta Popular del ITT que el Colectivo Yasunidos terminó haciendo entre 2013 y 2014. Aunque el conflicto legal de las firmas no se había resuelto, el cineasta anotó que, habiendo terminado los diez años del gobierno de Rafael Correa, resultaba interesante hacer una película que hablara de ese tiempo. Sentía que el fraude de las firmas simbolizaba mejor la década, pues el gobierno canceló la iniciativa. Se preguntaba cómo hacer para que el espectador entienda por qué luchaban los ecologistas, qué es la selva amazónica, qué son los territorios de los pueblos indígenas. “Encontré un poco la clave en un libro que hablaba de un estudio científico que se hizo en el año 95, cuando los botánicos de la Universidad Central con la Fundación Ecociencia fueron a una pequeña comunidad Waorani a preguntarles a los adultos si conocían las plantas que habían identificado. El resultado fue que de 625 árboles del 100% tenían nombres y conocían de una a ocho de sus utilidades, un conocimiento ancestral amplio y diverso”.
Tras las respuestas de Sarmiento en torno a su documental y su desarrolló, Pablo Cardoso presentó a Rosana Corral, de la Universidad de Cuenca, quien se refirió al diseño dentro del espacio de relacionalidad, con los significados y procesos de los saberes ancestrales, y a Liz Zhingri, investigadora independiente.
Corral reflexionó sobre cómo revertir o detener el extractivismo, lo cual es esencial, y diversas comunidades, como las mayas de México, han avanzado en propuestas concretas. Estas incluyen acciones en los ámbitos legislativos y jurídicos con el objetivo de proteger sus territorios y culturas. Ahondó en los principios profundos que enlazan la relacionalidad entre el conocimiento y el cosmos; el espacio que compartimos humanos, animales, plantas, una unidad que permite comprender la relación entre tiempo, espacio y vida.
Desde esta perspectiva, el diseño inspirado en la cosmovisión está asociado al principio de relacionalidad, que representa la conexión entre el tiempo y el espacio. El tiempo se organiza según los cuatro elementos, trazados gráficamente como un rombo o un cuadrado que divide y estructura el espacio. “(…) Los levantamientos sociales por parte de los pueblos reflejan un análisis crítico impregnado de resistencia. Estas acciones nacen de una perspectiva histórica que vincula los territorios y su defensa con los retos políticos contemporáneos. Hoy en día, en escenarios más politizados, surgen los principales problemas y desafíos que enfrentan las comunidades en su búsqueda por mantenerse firmes en esa lucha por preservar su identidad y sus espacios frente a las presiones globales”.

Que trabaja el diseño desde la cosmovisión, dijo Rosana Corral, explicando que el principio de la relacionalidad entre el tiempo y el espacio se expresa dibujado desde los cuatro elementos. “De la forma de un rombo o de un cuadrado que permite dividir el espacio”.
Vale anotar que Corral es parte del grupo de académicos e investigadores de la Universidad de Cuenca que junto a pares de la UArtes – Luis Alberto Páez Von Lippke, director de Formación Continua– y la UNAE participan en el proyecto “Innovación socio-cultural y políticas del cuidado: construcción y difusión de etnografías sensoriales basadas en la práctica creativa, sobre las maternidades diversas en el Sur del Ecuador”, el cual resultó ganador de los fondos de la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia (CEDIA).
De la propuesta, en el VIII Encuentro Internacional de Investigación en Artes del ILIA se inauguró también en la primera jornada la muestra “Manos que crean y arrullan: etnografías sensoriales del cuidado” (se encuentra en el primer piso del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes).
De Liz Zhingri, la tercera panelista, además de su trayectoria Pablo Cardoso señaló el taller “Cuando los pueblos se levantan como un río: del análisis crítico a la creación de estéticas colectivas que acompañen la resistencia” que mañana y el jueves dictará en el VIII encuentro del ILIA, actividad a desarrollar en colaboración con el FES-ILDIS.

La ponente mencionó los hechos suscitados en el país, lo que ocurre en Imbabura y Cotopaxi por la represión, dijo, de los campesinos. “Esa es la prueba máxima de cómo el extractivismo sigue permeando y media nuestra vida. Tenemos claves relacionales para comprender al otro, pero realmente las que estamos interiorizando son las claves del capital. Zhingri indicó también que en América Latina el discurso de desarrollo ha servido no solo para reforzar el extractivismo, sino también para reforzar modelos políticos antidemocráticos. “(…) Ecuador nunca dejó de ser una tienda política y representado como el lugar exótico, bello, lleno de agua y plantas, cuando en realidad viene arrastrando una historia de antidemocracia con las dictaduras”, expresó.
Reflexionando acerca de que el Cine Documental ha ido contando historias interesantes sobre el extractivismo, Manolo Sarmiento señaló el trabajo grande de articulación comunicadora de cineastas-artistas, siento que siempre cuando pasan estas cosas hay justo esta confluencia, siento que estamos en un momento muy complejo donde volvemos a repetir cosas que no conmueven a nadie ni concuerdan. No por la falta de eficacia o sensibilidad, sino porque hay una rapidez para producir, estamos produciendo realidades paralelas temporales.
El diálogo fue extenso, explorándose aspectos claves sobre el extractivismo, su importancia como tema de análisis en los tiempos que vivimos y el impacto de los procesos extractivos sobre los recursos naturales. Se discutieron dinámicas extractivas en ámbitos culturales y se reflexionó sobre cómo gran parte de la producción artística transita hoy a través del entorno digital e internet, donde plataformas internacionales generan beneficios económicos que no siempre favorecen a los creadores en la proporción correspondiente. Este punto es crucial para cuestionar y debatir sobre los modelos actuales de producción y distribución cultural.

Texto: Carmen Cortez/Dircom.







