Desde la inauguración de la IX edición de Libre Libro, el pasado miércoles 8 de noviembre, se han venido desarrollando talleres de encuadernación casera, escritura creativa, cómo armar una editorial desde cero con pocos recursos y fanzines. Constaron en la agenda de este nuevo encuentro con las editoriales independientes y en paralelo con las demás actividades organizadas por la Universidad de las Artes y su Escuela de Literatura.
Los talleres, cuyas clausuras se registraron hoy (viernes 10 de noviembre), se programaron de 09:00 a 11:00 en varias de las instalaciones de las UArtes. El dirigido por Sara Bolaños, representante del sello editorial Atelier UIO, tuvo lugar en el Project Room del MZ14 Centro de Producción e Innovación. “Narrar desde la encuadernación” es como tituló al taller, donde dio cuenta, además, de la travesía que comenzó como pasatiempo y se transformó en un emprendimiento durante el confinamiento de 2020.
De cómo la encuadernación puede convertirse en una forma de narrar y no solo ser una técnica es lo que Bolaños compartió con los participantes. En diálogo con InfoUArtes contó que en 2021 decidió dotar a su obra de un nombre y una identidad: Atelier UIO. Desde entonces, su sueño ha sido colaborar con una plétora de autores para dar vida a sus visiones a través de la encuadernación.
Posibilidades, texturas y detalles
En el taller, Sara Bolaños mostró las posibilidades que ofrece la encuadernación. Desde el estilo y diseño, donde la elección de detalles puede sugerir épocas o tonos específicos, hasta la incorporación de elementos interactivos que sorprenden al lector. También destacó los retos, como los costos de producción, y la necesidad de equilibrar la estética con la durabilidad del libro.
En ese contexto, la tallerista hizo referencia al estilo y diseño de la encuadernación, la cual puede transmitir información sobre la época, el género o el tono de la obra. Un diseño elegante puede sugerir una historia clásica, mientras que uno más contemporáneo puede indicar un enfoque moderno.
En cuanto a texturas y materiales, Bolaños sostuvo que la elección de ambos puede proporcionar una experiencia táctil única. Por ejemplo, una encuadernación de cuero puede evocar un ambiente clásico y atemporal, mientras que una cubierta rugosa puede sugerir rusticidad.
Los detalles ocultos, anotó, pueden ser pequeños, como grabados en el lomo, o diseños bajo la cubierta, a fin de añadir capas de significado que los lectores irán descubriendo a medida que avanzan en la historia.
Elementos interactivos, costos y producción
Con respecto a la encuadernación interactiva detalló que son elementos interactivos, como solapas desplegables o compartimentos secretos, los cuales pueden integrarse para sorprender y comprometer al lector de una manera única.
De los costos y producción precisó que los diseños elaborados y materiales de alta calidad pueden aumentarlos, lo cual puede ser un desafío para autores independientes o editoriales con presupuestos limitados.
En la era digital, donde muchos libros se leen en dispositivos electrónicos, adaptar elementos de la encuadernación a formatos digitales puede resultar complicado sin perder la esencia original, dijo y de la durabilidad expresó que la encuadernación exquisita a veces puede comprometerla; lo fundamental es equilibrar la estética con la resistencia para asegurar que el libro permanezca en buen estado con el tiempo.
Los lectores pueden tener expectativas sobre la relación entre la encuadernación y el contenido, señaló Bolaños, indicando que un diseño llamativo puede decepcionar si no está alineado con el tono o género de la obra.
Texto: Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura/Edición: Carmen Cortez.