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Gabriela Rivadeneira, con Mención de Honor en la XVI edición de la Bienal de Cuenca por instalación “Los Guandos”

Mención de Honor obtuvo la artista y docente Ana Gabriela Rivadeneira Crespo en la decimosexta edición de la Bienal de Cuenca, inaugurada el pasado 8 de diciembre de 2023 con una selección de 29 proyectos artísticos de creadores procedentes de 18 países, reunidos por el curador hispano-argentino Ferran Barenblit. Las obras, desplegadas en diversos museos y galerías del centro histórico de la capital azuaya, permanecerán expuestas hasta el próximo 8 de marzo.

La también titular de la Dirección de Políticas de Investigación en Artes de la Universidad de las Artes participó con “Los Guandos”, de la serie Especies de Espacios (2022-2023), una intervención in situ: escritura manual sobre pared, montaje sonoro 4K (en bucle), sal en grano; se encuentra expuesta en la Escuela Central, ubicada en Gran Colombia y Benigno Malo.

Junto con Rivadeneira están presentes en la bienal los artistas ecuatorianos Gary Vera Z., Leo Moyano, María Rosa Jijón y Patricio Palomeque. De los internacionales: Amalia Pica y Magdalena Jitrik, de Argentina; Fernando Sánchez, Marcelo Expósito y Max De Esteban, de España; Clemencia Echeverri e Iván Argote, de Colombia; Sandra Gamarra, de Perú; Teresa Margolles y el colectivo Cherani, de México; Carlos Garaicoa, de Cuba; Alexander Apóstol, de Venezuela; y Naufus Ramírez-Figueroa, de Guatemala.

También, Voluspa Jarpa, de Chile; Fredi Casco, de Paraguay; Marilá Dardot, de Brasil; Adelita Husni-Bey, de Italia; y Christian Jankowski, de Alemania; el grupo británico Forensic Architecture, los estadounidenses Jill Magid y Osman Khan, la finlandesa Pilvi Takala, el belga Vincent Meessen y el europeo Democracy Pavilion.

“Quizá mañana” es el lema de la presente edición de la bienal, la cual reflexiona sobre la democracia y los conflictos del presente, con especial énfasis en Latinoamérica. La cita trazó ejes desde lo documental, con proyectos que mezclan arte y arquitectura para generar evidencia que se pueda usar en juicios por violaciones a los derechos humanos, hasta lo más utópico, poético y crítico, en busca de hacer visibles estragos como el narcotráfico y las migraciones.

Los Guandos

Con respecto a la obra que llevó a la Bienal de Cuenca, Gabriela Rivadeneira señala que el título de la serie en la que se enmarca hace referencia al trabajo artístico-literario de Georges Perec (1999), el cual funcionó como una invitación o pretexto para imaginar nuevas “especies de espacios”.

En el caso de “Los Guandos”, la artista interviene un espacio interior de la Escuela Central que custodia vestigios de indígenas y gente pobre, sepultados en las inmediaciones de lo que un día fue la capilla de un hospital. La intervención consiste en reescribir a mano la novela del mismo nombre, iniciada por Joaquín Gallegos Lara en 1935 –inacabada por muerte del autor en 1947—y terminada por Nela Martínez en 1982.

El acto de reescritura manuscrita de “Los Guandos” podría entenderse a la vez como una cita, apropiación, actualización o reactivación del texto original. El proceso de escribir sobre la pared agrega una dimensión temporal a la dimensión arquitectónica del espacio intervenido y es, al mismo tiempo, una remembranza e invitación a retomar reflexivamente el hecho histórico.

Guando, voz quichua, transporte de grandes cargas en andas sobre los hombros. En Ecuador, los indígenas eran utilizados por los grandes latifundistas para realizar esta práctica peligrosa a través de la Cordillera de los Andes. La novela “Los Guandos” narra la suerte de centenares de indígenas explotados por un hacendado en busca de fortuna que los obliga a cargar sobre los hombros desde Huigra (Chimborazo) hasta Cuenca (Azuay) la turbina y maquinarias para dar luz eléctrica a la ciudad (1914).

La novela funciona como activador de memoria histórica, remueve el pasado y trae un suceso olvidado al tiempo presente, evocándolo mediante la acción de poner el cuerpo reescribiendo íntegramente el texto en el espacio. Reescribir, palabra por palabra, recuerda a varias obras y gestos artísticos anteriores: “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord, “Pierre Menard, autor del Quijote” de Borges, o a la técnica del cut-up de William Burroughs.

“Los Guandos” incluye otros elementos que involucran al espectador en una experiencia sensorial distinta al de la lectura, evocando hechos históricos de aquella época de otro modo: un paisaje sonoro construido a partir de sonidos de bocinas y churos (instrumentos indígenas de comunicación, con el que llaman o convocan, dan aviso o alarma), y sal en grano. La provincia del Azuay y la ciudad de Cuenca fueron escenario de tumultos, protestas y levantamientos de campesinos e indígenas por la precarización de la vida, el alza de impuestos y abusos continuos. La década de 1920 registra varios levantamientos violentos, entre ellos por ejemplo está la “huelga de la sal” (1925).

Otras exposiciones

Gabriela Rivadeneira expuso también en el Museo de Arte Moderno (Coronel Tálbot y Sucre) tres conjuntos de obras de “Arqueología Futura”, de la serie “Futuro Perfecto” (2021-2023): “Ferrocarriles del Ecuador” (2021-2022), “Correos del Ecuador” (2022-2023) y “El Sucre” (2023), así como la obra “El Objeto del Siglo” (2023).

“Arqueología Futura” presenta una suerte de hallazgos arqueológicos de futuras reliquias históricas de la modernidad local. Una serie de restos o residuos materiales dispersos, que propone la hipótesis de un hecho consumado o de un pasado aún incierto.

En “El Objeto del Siglo”, Gabriela Rivadeneira presenta 600 látigos (cueros de vaca entorchado) con los que invita a reflexionar: ¿Y si a la hora de soplar las velas de este siglo centenario se abriera un concurso para designar el objeto del siglo XX? Gerard Wajcman propone así elegir un objeto, una cosa o un algo, de cualquier tipo, que sea ejemplar o representativo, que pueda guardar memoria a través de sus rasgos, que pueda resistirse al olvido, a la celebración o a la propaganda, y que sea capaz de dar cuenta del giro que supuso la entrada a la modernidad.

La artista, docente y funcionaria UArtes responde al reto de Wajcman y elige un objeto del siglo XX capaz de guardar memoria de una sociedad disciplinar y de un pasado común no resuelto.

En la Escuela Central las visitas son de martes a viernes, de 08:00 a 16:45, y sábado y domingo, de 09:00 a 14:00. En el Museo Municipal de Arte Moderno, de martes a viernes, de 09:00 a 16:45, y sábado y domingo, de 09:00 a 13:45.

Enlaces informativos:https://fundacion.bienaldecuenca.org/index.php/project/gabriela-rivadeneira-crespo/
https://drive.google.com/file/d/1_UXiXXHlQ9QlsFoXNbiFxC-L4F00ScjE/view?pli=1

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