BIENALSUR 2025 inauguró dos muestras en la UArtes, una de las sedes en Ecuador del evento cultural que recorre el mundo

El diálogo que nuestra vicerrectora académica, doctora Olga López, mantuvo con la curadora, investigadora y docente argentina, Clarisa Appendino, dio inicio a los actos de apertura de dos exposiciones que, en el marco de BIENALSUR 2025, tienen lugar en la Universidad de las Artes: “Fragmentar la obsolescencia. Tecnologías de recolección” y “Fragmentar la obsolescencia. Tecnologías chamberas”.

El encuentro y las inauguraciones de las muestras se desarrollaron este lunes 8 de septiembre en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes, en cuya galería, el CIF, se realizó la primera apertura de las propuestas expositivas; y en la galería 4ta Pared de la Biblioteca de las Artes, la segunda.

En ambos espacios expositivos de nuestros patrimoniales edificios estuvieron presentes, junto con Olga López y Clarisa Appendino, el embajador de la República Argentina en Ecuador, Eduardo Acevedo Díaz; el cónsul general de la República Argentina en Guayaquil, Federico Kalbermatten; y la directora de Cooperación Internacional de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, UNTREF, Paula Hrycyk. De parte de nuestra autoridad universitaria y de los representantes de la diplomacia y academia citados hubo intervenciones alusivas a la propuesta expositiva de BIENALSUR.

La magnitud de la bienal

La doctora López y Appendino hicieron referencia a la magnitud de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur, BIENALSUR, concebida como una plataforma de exploración y cuestionamiento, donde el arte se sitúa como una herramienta de reflexión y transformación, llamando a la experimentación, al debate y a la construcción colectiva de nuevas formas de entender el arte en el presente.

Incubada en la UNTREF, universidad pública de Argentina, BIENALSUR cumple en este 2025 su décimo aniversario, posesionándose como el evento cultural más extenso del mundo, pues tiene presencia en 73 ciudades. Son 133 las sedes y más de 400 los artistas participantes; se viene desarrollado desde junio pasado y extenderá hasta diciembre próximo.

Su cartografía recorre 19.640 kilómetros. Al igual que Argentina y Ecuador está en Alemania, Arabia Saudita, Bolivia, Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Croacia, España, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Líbano, Marruecos, México, Noruega, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Senegal, Sudáfrica, Timor Oriental, Turquía, Uruguay, entre otros.

El tema de las convocatorias, la cantidad de sedes y el eje curatorial de “Fragmentar la obsolescencia” fueron algunos de los temas que Olga López y Clarisa Appendino abordaron en el diálogo. La curadora indicó que se trata de un proyecto que presenta diferentes exposiciones producidas en el marco de la bienal.

Tal como lo señaló también en el texto de sala del CIF, Appendino sostuvo que el proyecto explora obras y artistas que proponen posibles fragmentaciones, rupturas y esquirlas a la noción moderna de progreso tecnológico. Un progreso que nos ha conducido a una crisis sin precedentes, lo que hace crucial imaginar alternativas a la temporalidad lineal moderna que hemos adoptado para las cosas, en los materiales y con los seres.

Tecnologías de la recolección

“Tecnologías de la recolección”, que es el subtítulo que le dio a la muestra que está en el CIF, se sitúa en la intersección de tres ejes: la reivindicación de las prácticas de recolección, la utilización de tecnología obsoleta y la interacción con tecnologías e inteligencias no humanas. El punto de partida es la observación de las promesas utópicas que están presentes actualmente en los desarrollos de la inteligencia artificial, poniendo en el tablero la relación entre tecnología y capitales privados.

Es sobre este marco problemático que se posiciona el conjunto de obras, las cuales buscan escapatorias y reformulaciones en otras utopías, imaginando otros tiempos posibles que no necesariamente apuntan al futuro actualmente trazado. La precisión está en observar aquello que usualmente se encuentra en los márgenes: los movimientos y la aerodinámica de las semillas, la recolección y recuperación de artefactos en desuso y la captación de desechos inmateriales. Estas prácticas expanden nuestra comprensión de la recolección como recuperación y amplían el espectro de acciones y la capacidad transformadora de la técnica.

La confluencia de estos enfoques permite un replanteamiento de la obsolescencia impuesta a materiales y objetos con lo cual se fragmenta la linealidad temporal. El objetivo radica en revelar un sistema interconectado que abarca la materia en sus diversas formas y una noción de inteligencia que incluye múltiples procesos naturales y otros seres.

Tecnologías chamberas

De la exposición en la Galería 4ta Pared de la Biblioteca de las Artes, “Fragmentar la obsolescencia. Tecnologías chamberas”, Clarisa Appendino anotó, igualmente durante la charla con la vicerrectora académica como en su texto curatorial, que el proyecto se formuló a partir de una convocatoria destinada a personal académico y a maestrandos de la Escuela de Posgrados de la Universidad de las Artes.

Los participantes fueron seleccionados según un eje de trabajo vinculado a prácticas de recolección en sus dimensiones colaborativas, íntimas, políticas o performáticas, y a las investigaciones sobre tecnologías obsoletas y su reactivación poética, material o simbólica.

Estos temas están en sintonía con uno de los ejes curatoriales de BIENALSUR 2025 y con las líneas de investigación de la propia UArtes. El resultado de esta convocatoria muestra investigaciones muy complejas que involucran al propio territorio, tanto en términos materiales como simbólicos. También absorben prácticas de la cultura popular como signo de un modo de mirar, de exhibir y de recrear aquello que parece tener una caducidad inmediata ante las exigencias de la productividad contemporánea.

De este modo, la tecnología, la recolección y la mirada oblicua se reúnen en un término específico de Ecuador: “el chambero”. La idea de tecnología se redefine, así como un saber-hacer aplicado a ciertas prácticas de transformación de las cosas y los materiales, de los seres y lo inerte, incluso con elementos obsoletos o de baja complejidad.

En las muestras, que permanecerán abiertas hasta el 14 de noviembre, se presentan las obras de: AI seeds Project [Gabriela Munguía (MEX), Mario Guzmán (MEX), Guadalupe Chávez (MEX), Erika Torres (COL), Ángel Salazar (ECU)] (COL-ECU-MEX); Andrea Moreira (ECU), Cristian Villavicencio (ECU), Federico Gloriani (ARG), Gabriela Munguía (MEX), Iván González (ARG), Jorge Velasco (ECU), Juan Carlos Vargas (ECU), Max de Esteban (ESP), Paulina Romero (ECU) , Ruth Cruz (ECU) y Yanina Pelle (ARG).

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