Con las presentaciones de las Cantoras de Palenque y del grupo Reviviendo los Tambores en el Pasaje Illingworth, campus centro de la UArtes, culminó la tarde del 8 de febrero el “Seminario Taller: Arte, Interculturalidad e intervención comunitaria”, iniciado por la mañana en la Biblioteca de las Artes. Allí tuvieron lugar ponencias y se conformaron mesas de diálogo para reflexionar entorno al proceso del Proyecto Pacha en estos dos últimos años y soñar en conjunto nuevos caminos de cara a futuros retos.
El seminario taller lo organizaron los docentes de la asignatura Laboratorio en la Comunidad, del Departamento Transversal de Teorías Críticas y Prácticas Experimentales de la UArtes, quienes ejecutan el proyecto. Hubo intervenciones desde el ámbito académico y de las comunidades, comentó Luis Páez, quien interviene en Pacha junto con Natalia Tamayo.
En su participación, Tamayo mencionó la importancia que tienen las prácticas artísticas para el desarrollo comunitario y los procesos de interaprendizaje. Dijo que, durante cuatro semestres, más de 500 estudiantes UArtes se involucraron con organizaciones comunitarias y pobladores de la Isla Trinitaria para consolidar procesos de corta y larga duración atravesados por el arte.
Lo hicieron diseñando talleres de mediación cultural, que se convirtieron en talleres de motivación lectora, de pintura, de teatro y de danza; conformaron pequeños coros de niños y aprovecharon la música para trabajar también con adultos mayores. “Precisamente, el seminario taller busca poner en valor las prácticas artísticas analizadas desde las voces de académicos, organizaciones sociales, docentes y los mismos alumnos”.
En el encuentro intervinieron, entre otros, el vicerrector Académico, Bradley Hilgert; Yulianela Pérez, directora de la Unidad Transversal; Patricia Toro, representante de la Asociación Comunitaria Hilarte; Carlos Valencia, de Karibú; Sonia Viveros, de la Fundación Azúcar, y mediante la plataforma de Zoom la académica Kathya Hernández. Posteriormente, se formaron mesas de diálogo para analizar inquietudes en torno a Pacha, la interculturalidad y los procesos pedagógicos relacionados con las artes en la comunidad.
Toro resaltó la importancia de reflexionar cualquier práctica, sobre todo las artísticas en territorio porque son nuevas, crean lecturas diferentes de la realidad “y en esos espacios nos permiten escucharnos. Es interesante parar para reflexionar, lo cual nos hace volver a caminar mejor”.
Las mesas de diálogo tuvieron unos 50 participantes, entre miembros de la comunidad y estudiantes. “Es importante escucharlos respecto al trabajo en territorio y los aportes que tienen o no en su proceso pedagógico formativo, de cómo quizás las artes pueden o no aportar al desarrollo comunitario, barrial, a la transformación de la sociedad”, anotó Páez.
Añadió que Pacha culminaba en este semestre, pero decidieron ampliarlo un año más debido a los resultados obtenidos tanto para las comunidades como para los estudiantes que han tenido la oportunidad de vivir la experiencia de aula expandida, de salir y conocer otras realidades.
La comunidad, los derechos culturales, la memoria y la identidad y lo que transversalmente significó Pacha; lo aprendido, las experiencias y posibles rutas a seguir fueron algunos de los temas abordados en las mesas de diálogo, cuyos resultados se conocieron en una plenaria. “Cada mesa ha aportado diferentes líneas y metodología del trabajo comunitario. Los chicos han concluido que la experiencia los ha vivificado y permitido reconocer y reconocerse”, indicó Tamayo.
Añadió que, entre las conclusiones, se pidió más trabajo comunitario y que se inicie desde la primera clase. El estudiante Harold Franco destacó el intercambio conseguido con la comunidad y poder conocer nuevas realidades. El arte es un aporte a la transformación de las mentalidades y de tener opciones. ”Encontramos pequeños actores, músicos y cantantes o adultos que a sus 40 años quieren cantar; hemos aprendido de los grandes, pequeños y pares”.
