Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Directores de los museos Municipal, del Cacao y de Música Popular hablan de cultura desde la institucionalidad

Con el Micrófono Abierto y en el marco del 3er Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura organizado por el Observatorio de la UArtes, los directores del Museo del Cacao, Stephanie García; del Museo Municipal, Joaquín Moscoso; y, del Museo de Música Popular Julio Jaramillo, Hugo Idrovo, fueron convocados a dialogar sobre la cultura desde la institucionalidad en Guayaquil. La moderación corrió a cargo de la periodista cultural y docente Jéssica Zambrano.

Invitados a resumir el enfoque institucional de las entidades que representan, García habló de “crear innovación comunitaria a través de la historia y del arte nacional”. Idrovo mencionó que la tradición no es el pasado, sino lo que va a quedar para el futuro y recordó que el pasillo fue declarado el 14 de diciembre de 2021 como patrimonio intangible de la humanidad. Moscoso se refirió a la calidad del museo y de los servicios públicos culturales, “hacia allá debería enfocarse”.

Zambrano preguntó sobre los presupuestos de estas entidades y si se ha hecho una revisión al respecto. El Museo del Cacao y la Sala Mucao (galería de arte y eventos) siempre están moviéndose y gestionando fondos privados, reveló García. “Los fondos públicos fueron al proyecto de la calle Panamá, la renovación de la casa y todo lo que se ve museográficamente de la exposición permanente de la historia del cacao, pero el movimiento que hay desde hace dos años ha sido gestionado con fondos privados”. Ella y el personal están contratados por la entidad privada y no recibe fondos del Municipio ni es parte del fondo publico cultural.

Idrovo reveló que el Museo de la Música Popular y la Escuela de la Música Nicasio Safadi depende por completo de la Dirección de Gestión de Cultura de Guayaquil y que justamente el día del diálogo se desarmaron unos maniquíes que representan a los músicos populares dueños de la tradición más representativa de la ciudad: los largateros, para lavar en su casa sus ropas. “Enfrentamos un cambio desde ya comprometido, vamos a trabajar considerando que la cultura no engloba exclusivamente a las artes, las letras y la música, son el conjunto de rasgos que caracterizan a una sociedad, a un conglomerado, a un país. (…) Las cosas se hacen con pasión, lo cual genera compromiso y de este, resultados. El momento es difícil, pero lo vamos a conseguir”.

Moscoso coincidió con Idrovo en la difícil pregunta. No solo hay falta de financiamiento, sino de decisión política. Quienes tienen que ver con fondos públicos establecen no invertir en el sector cultural, “siguen coincidiendo en la visión decimonónica de que la cultura es un tema de diversión o de evento, una cultura solo para las élites y hay que entender que este rato es la amalgama de toda la sociedad”.

No existe un sistema de cultura cantonal ni municipal, tampoco existe una política pública local ni fondos, agregó Moscoso. Cualquier tipo de ejecución ha mirado la coyuntura y las fiestas del momento, “pero no tenemos una red de museos municipales realmente fortalecida, no hay capacidad ni siquiera de hacer mantenimiento de los dispositivos museográficos, no han sido renovadas las muestras museográficas hace más de 30 años (…)”. De allí, señaló, que es fundamental la renovación de las narrativas en los museos, sobre todo, del municipal.

El proceso de institucionalización de las competencias en cultura y patrimonio en Guayaquil están en cero. No se puede ni siquiera hablar de reconstruir, sino de construir desde cero un proceso institucional que mire la inversión en temas culturales, patrimoniales, memoria social, política pública, normativa, ordenanzas, la generación de acuerdos con las sociedades y el tejido comunitario, de actores y gestores culturales. Hay muchísimo por hacer, expresó Moscoso.  

García añadió que junto con Idrovo y Moscoso representan a espacios municipales, pero no conversan ni tienen una agenda compartida ni hay sincronía en lo que están haciendo. “Qué ideal sería hacer una exposición en el Museo del Cacao y que simultáneamente se haga en los otros espacios. Internamente nos apoyamos, mas no hay una red”. En lo personal, añadió, se siente abandonada en el ámbito cultural municipal porque no ha tenido un apoyo para gestionar ni crear algo juntos e intercambiar ideas para que se mueva de otra forma la agenda cultural de la ciudad.  

Zambrano preguntó cuál sería la propuesta para crear ese tejido como instituciones. García confesó que le preocupa lo que pasé en dos años, que es la duración de su contrato; a dónde va todo lo creado y la base de datos, por ello confesó que le gustaría desde ya juntarse con los otros museos para contar lo que se viene.

Idrovo refirió que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) ha levantado a nivel nacional un inventario del pasillo incorporado al sistema de información cultural del Ecuador; adicionalmente, la Unesco en sus declaratorias estableció que el gobierno se compromete a la salvaguarda del pasillo. “Este compromiso ha creado ya en marzo de 2023 la conformación de un comité de gestión de esta salvaguarda”, sostuvo y reveló la alianza estratégica establecida con la UArte tras una reunión en la Dirección Cultural del Municipio.

Así, uno de los funcionarios del Museo de Música Popular Julio Jaramillo asiste desde mayo a las clases de Producción Musical y los estudiantes en proceso de evaluación y de selección por excelencia están bajo la cátedra de canto con la leyenda viva del pasillo ecuatoriano Fresia Saavedra y en la cátedra de guitarra y requinto con el maestro de fama internacional Naldo Campos. “Son momentos de mucha entereza y optimismo. Este espacio (refiriéndose a la UArtes) fue creado por un proceso político identitario y único en la historia del Ecuador después de Eloy Alfaro, y si ya dimos el primer paso seguiremos”.

Moscoso anotó que los desafíos son muchos. “Hay desafíos intramuros importantes, desde el manejo de las colecciones, inventarios, registros que no existen. La mayor parte de las colecciones del Museo Municipal se encuentran afectadas e infectadas con hongos. La situación es grave, una infraestructura deteriorada (…). Me parece que es fundamental repensarla. Estamos frente a un proceso que no tiene manual ni regulaciones ni protocolos, hay que inventar todo desde cero (…) y todo requiere de presupuesto y decisión política”.

El desafío también es extramuros. Hay que reconciliarse con la sociedad, la cultura, las comunidades, los artistas y gestores. Moscoso anotó que siente una desconexión en la percepción de las personas sobre su patrimonio cultural porque no ha existido una inversión real para ello (…). Se está haciendo un levantamiento de información, a fin de ir construyendo a mediano plazo las decisiones que nos ayuden a superar los problemas encontrados.

Cobertura/Texto: Carmen Cortez

Comparte esta nota