Las nuevas tecnologías, el mundo digital y la virtualidad son las temáticas abordadas en “Espacios líquidos: políticas de la pantalla [VOL. GYE]”, la muestra que desde el 31 de enero pasado se exhibe en el Museo Nacional del Cacao y que es el resultado de la segunda Bienal Universitaria de Arte Multimedia (BUAM), que la Universidad de San Francisco de Quito (USFQ) trae por primera vez a Guayaquil.
Son quince los proyectos que componen la exposición, cinco de los cuales pertenecen a artistas que se graduaron en la Universidad de las Artes: Rocío Soria Díaz, Andrea Alejandro Freire, David Barberán y Kike Landívar –integrantes los dos últimos del Colectivo Lanoiseforp–. Intervienen también Ronny Albuja, que en la UArtes cursa la maestría de Artes Visuales y Nuevos Medios, y Ernesto Salazar, docente invitado del programa de posgrado en mención.
Los demás expositores son Samantha Albuja, Martina Andrade, Colectivo Cntrl Ese, José Luis Cuenca Moncada, Lux Monsalve, Luis Navas Manzo, Santiago Serrano, Juan Pablo Racines, Carolina Velasteguí y Sofía Acosta-Varea.
La curadora de “Espacios líquidos: políticas de la pantalla [VOL. GYE]” es la investigadora mexicana Doreen Ríos, especialista en cultura digital, quien en su texto curatorial señala que la exhibición diserta sobre la omnipresencia de las pantallas y convoca a explorar su reapropiación y las múltiples interpretaciones artísticas que se balancean entre el horror y la fascinación, la admiración y la adicción.
Doreen Ríos es parte de una generación de creadores hipercontemporáneos y artistas que proponen cuestionamientos sobre la producción digital y posdigital en una sociedad líquida, donde la virtualidad se ha convertido en un elemento primordial de la realidad. Justamente es esa reflexión la que desarrollan las piezas que son parte de este encuentro. “Internet es un espacio que puede ofrecer una multiplicidad de reflexiones y expansiones de y sobre las obras, más allá de lo dimensional y matérico”, ha señalado la curadora.
El concepto de la política de las pantallas se plasma en una variedad de formatos, explica. “A partir del 2020, la relación que tenemos con las pantallas que nos rodean tiene otras implicaciones, particularmente las que se convirtieron en medio de trabajo, ocio y comunicación a la vez. Queríamos considerar propuestas que investigaran este fenómeno en la vida diaria y sus implicaciones”.
Cabe anotar que la primera edición de BUAM se realizó en Quito, en 2023, y contó con la participación de 24 proyectos de artistas de la ciudad anfitriona, de Guayaquil, Loja, Manta Cuenca y Ambato, así como de Chile y Escocia con proyectos colectivos. Vídeo, fotografía, pintura, grabado, hologramas, mappings, performance, realidad aumentada y algoritmos y elementos provenientes de diversas disciplinas como las artes visuales, la danza y el cine fueron algunas de las propuestas presentadas.
Para el Museo Nacional del Cacao la selección de los quince proyectos, de un total de 22, respondió a criterios tanto espaciales como curatoriales, a fin de adaptar la exhibición a su sala MuCAO y generar un espacio que amplíe la discusión y fomento de prácticas artísticas vinculadas al arte y la tecnología.
Con BUAM, cuyo director es Byron Toledo, la USFQ busca promover la conversación y el intercambio en torno a la producción de conocimiento que tiene lugar en el arte, centrando interés en la relación con las nuevas tecnologías, el mundo digital y la virtualidad, se indica en el sitio web de la cita.
La BUAM apuesta por la reflexión acerca de pensar, navegar, utilizar y hackear las pantallas y sus contenidos a través de propuestas artísticas. Es una invitación a la audiencia a considerar las capas ocultas y visibles de estas superficies digitales y su impacto en la cultura contemporánea, a través de una serie de piezas que oscilan entre la pintura, la realidad virtual, el video, la escultura, el performance y el código generativo.
La exposición “Espacios líquidos: políticas de pantalla [VOL. GYE]”, estará en el Museo Nacional del Cacao hasta el 31 de marzo próximo. Se puede visitar de martes a domingo, de 10:00 a 16:00. La entrada es libre.
Fotos: Ricardo Bohórquez / Cortesía Museo Nacional del Cacao.