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Ser docente en artes, una misión que apasiona y se cumple con profundo compromiso y gran responsabilidad

El 13 de abril de cada año conmemoramos el Día del Maestro y de la Maestra en el Ecuador, fecha establecida por el natalicio del escritor y educador Juan Montalvo y por cuyo homenaje se rinde también un merecido reconocimiento a quienes con dedicación transmiten sus conocimientos y saberes a niños, jóvenes y adultos.

La Universidad de las Artes celebra en este especial día a todos sus docentes, quienes con admirable entrega contribuyen al desarrollo integral de nuestros estudiantes en el campo de la cultura y en la producción de conocimiento en arte; una labor que cumplen con entusiasmo, denuedo y pasión en cada clase, formando así nuevos artistas.

En esta ocasión compartimos algunos testimonios y opiniones de lo que significa ser docente y ser docente en artes:

Vanessa Pérez, docente y coordinadora de la carrera de Danza, de la Escuela de Artes Escénicas.

“Solo pensar en la docencia me lleva a imaginar la posibilidad de un lenguaje nuevo cada día. La docencia en artes, aún más, es un compromiso muy profundo con la humanidad, con el lugar donde habito, con la gente con la que comparto”, indica Vanessa Pérez, docente de la Escuela de Artes Escénicas. Para la también coordinadora de la carrera de Danza, la docencia en artes le brinda la posibilidad de “una mirada distinta al mundo, de una posibilidad creativa, de una reinterpretación”.

Priscila Castro, docente de la Escuela de Artes Sonoras.

Siendo la docencia un pilar fundamental dentro del sistema educativo ecuatoriano, la maestra Priscila Castro, de la Escuela de Artes Sonoras, indica que es para ella una pasión incentivar al estudiante a conocer el mundo de la música y, sobre todo, “crear espacios donde ellos puedan opinar, puedan comparar y sacar sus propias conclusiones”.

El reconocido cineasta Javier Andrade, docente de la Escuela de Cine, considera un lujo “poder enseñar aquello que a uno le gusta y también poder aprender de lo que significa ser un profesor, ser un docente y preparar cada clase. Yo creo que una docencia en artes es una responsabilidad, es un derecho y es también un placer”.

Javier Andrade (arriba) y Jorge Tigrero, docentes de las escuelas de Cine y de Literatura, respectivamente.

De la Escuela de Literatura, de la carrera de Pedagogía de las Artes y Humanidades, el docente Jorge Tigrero expresa que para él ser maestro es su misión de vida cuyo eje es formar y desarrollar procesos de aprendizaje significativos a través de los cuales los estudiantes puedan alcanzar sus metas.

Para Rosita Elena Martínez, docente del Departamento de Lenguas Extranjeras (DLE) de la UArtes, “ser maestro es una tarea noble y gratificante que implica mucho más que simplemente transmitir conocimientos. Es una vocación que requiere de un compromiso y responsabilidad por el aprendizaje a partir del reconocimiento de las fortalezas del otro”.

Rosita Elena Martínez, docente del Departamento de Lenguas Extranjeras (DLE) de la UArtes.

Agrega Martínez que “el ejercicio de la docencia nos ofrece la suerte de guiar al estudiante hacia el aprendizaje, labor que exige una constante actualización y preparación para ofrecer lo mejor de uno mismo en cada clase. En este sentido, el maestro no solo transmite contenidos, sino también reconoce al sujeto que aprende como un ser dotado de emociones, sensaciones y representaciones que le son propias”.

El maestro acompaña al estudiante en su proceso de construcción del conocimiento, enseña y aprende a enseñar a través de un proceso dialéctico y significativo que se erige sobre valores como la empatía y el respeto, refiere Martínez.

Juan Caguana, docente de la Escuela de Artes Visuales.

El artista Juan Caguana comparte que, de su experiencia como docente de materias del nivel básico y avanzado de la carrera y Escuela de Artes Visuales, considera la labor que desempeña junto a sus pares como “un reconocimiento al universo de lo sensible, desde los diferentes lenguajes artísticos, facilitando al estudiante herramientas necesarias para defenderse en el campo que le interesa indagar”.

Michelle Ulloa Landívar es artista visual, graduada en el Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador. En la UArtes es docente de Nivelación; sus inicios en el ámbito los dio en el ITAE como ayudante de cátedra, anota y revela que anteriormente estuvo vinculada a otras ramas, como al de investigación, al laboratorio de innovación y producción, la comunicación visual y la publicidad. “Para mí ser docente y en artes es una de las experiencias más interesantes y enriquecedoras que experimento”.

Michelle Ulloa, artista visual y docente de Nivelación.

Al ser artista, expresa, puede comprender esa necesidad de hacer y explorar arte que se vuelve imperiosa, “aún con las diferentes interrogantes e inseguridades profesionales e incluso monetarias que el oficio de artista podría encerrar. Esa necesidad de lanzarse a ese signo de interrogación porque simplemente de otra forma uno no se siente completo”.

Ulloa estima que ese vínculo con personas que estudian arte hace que el encuentro con los estudiantes sea valioso. Además, los diferentes procesos en el aula le han aportado de diversas maneras.

Desde el Departamento Transversal de Teorías Críticas y Prácticas Experimentales, su directora y docente, Yulianela Pérez García, comparte su sentir frente a la docencia: “es un oficio de vida. Llevo unos 15 años aproximadamente ejerciéndolo en varios espacios y sobre diferentes líneas. Lo entiendo no solo como la profesión aprehendida de enseñar-aprender en el aula, lo veo como oficio de vida que va más allá de esas barreras académicas inventadas. Es una actitud ante las personas que te rodean”.

Yulianela Pérez García, directora y docente del Departamento Transversal.

Cuando uno escoge ser docente, expresa Pérez, “nunca se deja de serlo y creo que el objetivo final al que uno siempre aspira es dejar una huella, o al menos una motivación de crecimiento en las y los otros”.

Ser docente en el campo de las artes, es un privilegio y un reto enorme, afirma la docente y directora de Transveral. “Un privilegio en el contexto latinoamericano y ecuatoriano marcado por una matriz histórico-social tan desigual y jerarquizante. Un reto porque solo desde ese campo de lo sensible y simbólico se pude apostar a reconstruir esa matriz y pensarla con otros órdenes o al menos con un orden más humano”.

En la imagen principal, la docente Meining Cheung (c), quien es también directora de Acompañamiento al Éxito Académico, con estudiantes y otros docentes UArtes, como Zoila Cevallos (atrás, izq.).

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