La escalera principal de la Biblioteca de las Artes por la cual transitan usuarios de la comunidad de la Universidad de las Artes, así como el público en general, fue el lugar donde la académica e investigadora María José Machado realizó una acción performativa de inclusión y reflexión social. Ella integra el grupo de investigación Kaleidos de la Universidad de Cuenca.
La actividad se desarrolló ayer, viernes 22 de noviembre, en el cuarto día del XI Congreso Internacional de Investigación de REDU, que la Red Ecuatoriana de Universidades y Escuelas Politécnicas para Investigación y Posgrados inició el martes 19; la integran 38 instituciones de educación superior del país, la UArtes y UCuenca son miembros y nuestra institución en este año la anfitriona de la cita internacional.
La participación de Machado se dio en el marco del eje temático “Exploraciones transdisciplinarias en artes, tecnologías, teorías y estéticas”, uno de los tres que tuvo el congreso –los otros fueron: “Educación artística e interculturalidad” y “Arte y resiliencia: narrativas de crisis en América Latina”– y la acción performática con la que intervino abordó la creación artística y el rol de la investigación transdisciplinar.
Ubicada en el descanso de la escalera de la Biblioteca de las Artes, Machado se sentó sobre un papel kraft cuyas dimensiones cubrieron el suelo del lobby. Allí, se rodeó de diversos materiales, como revistas, periódicos, tijeras y goma blanca, elementos que los fue utilizando, pues recortó letras y fue creando un collage tipográfico con el contenido del Manifiesto DISCA.
El documento en mención fue creado a partir de un proceso colaborativo y exploratorio desarrollado durante la primera fase del proyecto EDIN (Educación, Diversidad e Inclusión), desarrollado por Kaleidos y por el cual se hicieron talleres, entrevistas, cartografías y creación de diarios con la participación de estudiantes con discapacidad. Estos encuentros permitieron recopilar una gran cantidad de voces y experiencias relacionadas con las barreras y exclusiones enfrentadas en el ámbito universitario.
Vestida de modo especial, a fin de enfatizar que su cuerpo era solo un medio de creación y no el foco central de la obra, Machado cortó y pegó las letras que conformaron las 3.053 del Manifiesto DISCA. El collage tipográfico es una técnica que ha sido utilizada históricamente para crear mensajes anónimos y fragmentados, lo que encaja con la realidad de muchos estudiantes con discapacidades, cuyas voces a menudo quedan dispersas o diluidas en el entorno universitario.
El acto de cortar y pegar letras individuales en la alfombra de papel kraft simbolizó cómo estas voces fragmentadas deben unirse para formar un discurso coherente y visible dentro de la universidad, indicó anticipadamente la performista a la organización del congreso de REDU. Cada recorte, agregó, reflejó la pluralidad de experiencias y demandas que estos estudiantes han expresado en los talleres y actividades previas realizadas en el marco del proyecto de investigación.
La propuesta fue diseñada para involucrar a aquellos que transiten y circundan el espacio. Vale anotar que, al pie de la escalera de la Biblioteca de las Artes, se colocó un reflector que iluminó un cuadro donde se encontraba se sustentó la acción performática.
Contenido del Manifiesto DISCA
Somos personas que sienten, que aman, que luchan que viven, cuerpas rotxs, marginadxs includxs por necesidad normativa, excluidos por convención social.
Hoy queremos hablar, gritar, decir, exigir, desde cada rincón de la U., desde cada aula, desde cada pasillo y desde cada pupitre.
Hoy deseamos abordar, proclamar, expresar y demandar la erradicación de la violencia en el ámbito del disciplinamiento. Reclamamos poner fin a históricas prácticas autoritarias y normalizadoras y eliminar el abuso de poder, la insensibilidad y la condescendencia falsa. Demandamos la creación de espacios Inclusivos y educativos que supriman la ignorancia y la apatía de la sociedad frente a la discapacidad.
Queremos espacios públicos y arquitectónicos respetuosos, ambientes seguros en el que la salud física y mental sean prioridad. Rechazamos la domesticación que nos homogeniza
Queremos espacios dende quepamos todxs, sin barreras físicas, económicas, culturales, raciales o de género. Pedimos tener voz sobre las decisiones con la comunidad. Pedimos participar en la construcción de políticas, programas y acciones para asegurar la equidad de oportunidades.
Experimentamos una sensación de Incomodidad debido a restricciones sociales, necesitamos compartir nuestras emociones y expresar nuestras inquietudes. Nos enfrentamos a barreras impuestas que obstaculizan nuestra comunicación tanto con nuestros compañerxs como con nuestros docentes. La sensación de sentimos inferiores por no alcanzar los «logros» de otras personas de nuestra edad nos abruma.
Hemos sido históricamente excluidos, marginados, etiquetados, hostigados y reprimidos por normas Impuestas y estereotipos sociales que diluyen nuestra identidad. Queremos como comunidad construirnos desde la confianza
Somos estudiantes, somos diversxs y estamos orgullosos de serlo, gritamos juntxs ¡libertad, lucha, confianza, libre expresión, respeto, futuro y poder!
Exigimos que la comunidad universitaria reconozca y respete nuestra diversidad, reclamamos ser escuchadas. Recordamos al Estado nuestro derecho a atenciones oportunas, efectivas, apropiadas y con calidad de servicios de atención.
Exigimos igualdad de oportunidades para alcanzar nuestros sueños, reclamamos poder ser valoradxs en todas nuestras dimensiones y como estudiantes decimos: basta de etiquetas, necesitamos que ros perciban como personas completas capaces y libres basta de estigmas y de generalizaciones. Merecemos reconocimiento en nuestra individualidad y dignidad, no debemos ser cuerpos de estudio, excepciones o un peso para la administración educativa
Queremos mostrar nuestra resiliencia y fortaleza. Somos capaces y valiosxs diversxs, parte de una comunidad también diversa que debe ser reconocida y valorada por la institución.
Querida universidad, queremos equidad en la diferencia.
Texto y fotos: Carmen Cortez/Dircom