Más allá de ser un momento del cierre de un periodo de gestión de máximas autoridades y, por tanto, el cierre de una etapa de la historia institucional de la Universidad de las Artes, el rector, doctor William Herrera, señaló a la sesión solemne del Órgano Colegiado Superior (OCS), donde el Tribunal Electoral (TE) entregó las credenciales a las nuevas máximas autoridades electas, como un acto de memoria, reconocimiento y proyección colectiva. Un momento para mirar el camino recorrido con honestidad y gratitud, y para mirar el futuro con esperanza y convicción.
El doctor Herrera inició su emotivo discurso mencionando y dando la bienvenida a las vicerrectoras Olga López y Ana Gabriela Rivadeneira, al exvicerrector Bradley Hilgert y a los miembros del OCS y del TE. También a las máximas autoridades electas: Saidel Brito, Yulianela Pérez y Andrey Astaiza, y antiguas autoridades UArtes presentes; a la viceministra de Cultura, Romina Muñoz; a los delegados del Consejo de Educación Superior (CES) y del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES); representantes de misiones consulares; rectores de otras universidades; delegados de instituciones y organizaciones sociales aliadas; artistas y gestores culturales; y, sobre todo, a la comunidad universitaria.
La sesión solemne del OCS se desarrolló este martes 16 de diciembre de 2025 en la Plaza Púbica del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes, lugar donde el rector William Herrera recordó fue posesionado junto con Olga López y Bradley Hilgert como máximas autoridades tras las primeras e históricas elecciones, registradas en diciembre de 2020. “Estábamos en plena pandemia y nos encontrábamos no más de 40 personas, algunos colegas de la universidad y nuestros familiares”. Los miembros del OCS y del Tribunal Electoral siguieron el acto, en su mayoría, vía Zoom.
Para todos se trató de un evento inédito, pues habíamos atravesado el primer proceso electoral para escoger autoridades y habíamos alcanzado el 31 de diciembre de 2020, a las casi 22:00, la institucionalización de la universidad por parte del CES, cerrando así el ciclo fundacional de la UArtes y de su Comisión Gestora. “Desde ese momento descubríamos colectivamente lo que significaba el cogobierno y la autonomía universitaria”, indicó.

El ciclo que arrancó hace casi cinco años atrás, añadió, estuvo marcado por desafíos complejos. Iniciamos esa etapa en 2021 en un contexto de incertidumbre, atravesados por una crisis sanitaria, económica y social que puso a prueba a las instituciones públicas, a las comunidades educativas y, de manera muy particular, al sector cultural y artístico del país.
“La UArtes arrancó el 2021 con teletrabajo y actividades académicas en línea, con salarios reducidos a raíz del recorte presupuestario de mayo de 2020, con deudas a decenas de proveedores y con nuestra oferta académica de licenciaturas que había perdido –en su mayoría– su periodo de vigencia. Era un momento crítico, sin embargo, frente a la adversidad, la Universidad de las Artes respondió como lo que es: una comunidad viva, critica, solidaria y profundamente comprometida con su razón de ser”.
Empezaron a trabajar, a resolver los problemas y a construir desde cada espacio, desde cada unidad, desde cada carrera, refirió el rector, anotando, que nada de lo alcanzado en estos años ha sido obra de una sola autoridad, sino un esfuerzo colectivo. “Un entramado de voluntades, saberes, afectos y responsabilidades compartidas. Por esta razón, esta intervención es, ante todo, un acto personal y colectivo de agradecimiento”, dijo y exteriorizó nueve agradecimientos por cada uno de sus nueve años de trabajo en la UArtes.
Dio las gracias al personal académico, que sostiene día a día el corazón artístico y académico de la universidad; al personal administrativo y de servicios, cuyo trabajo muchas veces silencioso sostiene el funcionamiento cotidiano de la UArtes; al estudiantado, razón principal de nuestra existencia institucional y protagonistas activos de la historia de la universidad: creando, investigando, cuestionando, proponiendo y reapropiándose de este gran proyecto colectivo; a instituciones aliadas: “A las amigas y amigos rectores con quienes tanto he aprendido, a las organizaciones sociales, fundaciones, colectivos culturales, gobiernos locales, Instituciones del Sistema Nacional de Cultura, museos de Guayaquil, entidades públicas y privadas que son pilares para el desarrollo de nuestra agenda de vinculación con la ciudad”.

William Herrera les reiteró su gratitud por creer en la Universidad de las Artes y por caminar juntos. “Gracias a las redes de trabajo nacionales e internacionales que nos han ofrecido un sinnúmero de posibilidades y nuevas alianzas”, dijo, agradeciendo también al CES y CACES, fundamentales para acompañar el crecimiento institucional de la UArtes mediante la renovación de su oferta académica de licenciaturas, la ampliación de la oferta de maestría y la primera acreditación institucional en 2024.
Agradeció, asimismo, al doctor Ramiro Noriega, exrector de la UArtes, quien le dio la oportunidad de formar parte de la universidad en 2017 como Secretario Académico, “permitiéndome descubrir esta hermosa comunidad de artistas y creadores. Gracias a María Paulina Soto, exrectora, quien lideró la fase final de institucionalización y también a las antiguas autoridades de la universidad por su aporte a esta gran construcción colectiva”.
Agradeció al OCS, a las autoridades académicas y administrativas, a los equipos de gestión, al TE, a los miembros de los consejos y comisiones, “por asumir con responsabilidad decisiones complejas, por dialogar, por disentir cuando fue necesario y por mantener siempre como horizonte el bienestar de la comunidad y el interés institucional”. Dio un agradecimiento especial a las vicerrectoras y al exvicerrector: Olga, Ana Gabriela y Bradley, “por asumir este desafío complejo y por haberlo hecho en equipo. Gracias a mis compañeras del Rectorado: Patricia, Pamela, Narcisa y Marcita, quienes me han acompañado en el día a día, siempre con compromiso y dedicación, y por quienes siento un profundo respeto y afecto”.
Su último agradecimiento fue para su familia: padres, hermanos, esposa e hijas. “Cuando empecé el Rectorado tenía 35 años y con Vero, mi esposa, tomamos la decisión de continuar con nuestro proyecto de familia. Hoy, tengo 40 años, menos pelo, más canas y más joroba, pero, sobre todo, dos hermosas hijas, Diana e Irma, nuestra fuente de felicidad absoluta”.

Reconocer el camino recorrido implica también reconocer lo que significa la existencia misma de esta institución. “La Universidad de las Artes no es un hecho menor ni accesorio en el Sistema de Educación Superior. Es una conquista histórica. Es la afirmación de que las artes no son un lujo, ni un privilegio para pocos, sino un campo fundamental del conocimiento, de la investigación y de la formación profesional”.
Que Guayaquil y el Ecuador cuente con una universidad pública dedicada exclusivamente a las artes es una declaración política y cultural de enorme trascendencia. “Significa reconocer que la creación artística, la investigación en artes y la formación de artistas son indispensables para el desarrollo integral de la sociedad, para la construcción de ciudadanía, para la memoria colectiva y para ejercer nuestro derecho a la imaginación”.
Defender esta universidad ha sido, durante estos años, defender lo público, precisó. “Defender la idea de que el conocimiento, la educación, el acceso a las artes y la cultura son derechos. (…) En un país marcado por profundas desigualdades, violencias estructurales y crisis recurrentes de todo tipo, hemos defendido la idea de que las artes no son un escape, sino una herramienta poderosa de reflexión, de sanación, de denuncia y de transformación para la libertad, para construir comunidad, para sentirnos seguras y seguros y para trabajar por el desarrollo de Guayaquil y del país”.
La Plaza Pública del MZ14, reseñó, ha sido testigo estos últimos cinco años de todo lo que es la UArtes: ceremonias de graduación de licenciados en artes, de magísteres en artes, entregas de títulos por validación de trayectoria a artistas de gran recorrido artístico, el Congreso de la Red Ecuatoriana de Vinculación con la Sociedad, el Congreso de la Red Ecuatoriana de Investigación y Posgrado – REDU, tres Ediciones del Encuentro Internacional de Investigación en Artes, el Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura, el Encuentro Escénico, Elipsis de la Escuela de Cine, Universos Sonoros, la Conferencia de Audio y Sonido del Ecuador (CASES), Libre Libro, Bitácora y exposiciones de artes visuales (en el CIF).

Así también, presentaciones artísticas, conciertos, montajes escénicos, exposiciones “Hemos escuchado sonidos de ballenas y al Gamelán (instrumento tradicional indonesio que está en la UArtes por un convenio con la Embajada de Indonesia). Hemos recibido a figuras notables, presidentes de la República, ministros, prefectos, artistas, gestores, colegas de otras universidades, ministerios, organizaciones sociales y colectivos”, detalló el rector y recordó que el pasado sábado 12 de diciembre se realizó la ceremonia por el cierre de la última etapa del proyecto de vinculación con la sociedad Escuelas de las Artes, donde cerca de 200 personas, niñas, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, compartieron sus propuestas artísticas desarrolladas junto con nuestros graduados e instructores, celebrando las artes y la vida misma.
“Al cerrar este periodo de gestión no quiero hablar de tareas concluidas ni de metas definitivamente alcanzadas. Las universidades, como las obras vivas, están siempre en proceso. Lo construido hasta aquí es una base sobre la cual otras y otros continuarán creando, gestionando, enseñando e investigando. El mensaje que quiero dejar es, sobre todo, de esperanza en la capacidad de esta comunidad universitaria para seguir defendiendo las artes, la cultura y la educación pública como pilares fundamentales de la vida democrática. Esperanza en que la UArtes seguirá creciendo, creando, formando, investigando, consolidándose y profundizando su vínculo con la sociedad”.
A las nuevas máximas autoridades electas, que entrarán en funciones desde el 1 de enero de 2026, el rector les deseó sabiduría, sensibilidad y firmeza. “He tenido el privilegio de conocerlos por más de 8 años y conozco de su compromiso con la universidad y con todo lo que representa. (…) Que la Universidad de las Artes continúe siendo un referente de creación, pensamiento crítico y esperanza para el país”, dijo el rector William Herrera, quien concluyó su intervención presentando al Coro Ánima, que integran personas adultas mayores, dirige la docente Yanella Duarte y ha acompañado a la UArtes en varios momentos.
“Es parte del proyecto de vinculación con la sociedad ‘PAZ: Pedagogías en artes para la transformación social de sectores en condición de vulnerabilidad’, que dirige Jorge Tigrero, y es una muestra de lo que es nuestra institución, de su trabajo en vínculo y de la importancia de las artes para toda la vida”. La canción “Todo cambia” que interpretó el coro emocionó hasta las lágrimas a varios de los presentes, quienes, asimismo, también disfrutaron de un tema navideño.







